El dato surge del quinto Censo Provincial de Basura Costera Marina realizado por distintas ONGs en 21 ciudades de la costa de la provincia de Buenos Aires. Dentro de los residuos plásticos, el más abundante es la colilla de cigarrillo.
El 84,5 % de los residuos encontrados en las playas de la costa bonaerense son plásticos, según el quinto Censo Provincial de Basura Costera Marina realizado por diferentes ONGs en 21 ciudades de la costa de la provincia de Buenos Aires durante septiembre y octubre de 2021.
Entre los tipos de plásticos que más se hallaron en el relevamiento se encuentran colillas de cigarrillo (19,6 %), fragmentos plásticos (18,7 %), envoltorios plásticos (13,2 %), bolsas plásticas (10 %) y restos de nylon (8,1 %).
Además de plástico, otros ítems encontrados durante el censo son vidrios (4,5 %), papel y cartón (2,7 %), metales (2,3 %) y otros (5,9 %).
El resultado del censo marca una tendencia en relación a los censos anteriores. Un dato que cobra relevancia frente a un contexto en el que, según el último informe de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la contaminación por plástico en los ecosistemas marinos se podría duplicar en 2030, si se mantienen las mismas condiciones.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la producción de plástico creció exponencialmente desde 1950 llegando a los 322 millones de toneladas de plástico en 2015. Según proyecciones de esa entidad, esa producción llegará a los 600 millones de toneladas y superará las 1000 en 2050.
Las colillas de cigarrillo se encuentran entre los residuos más abundantes en cada censo. Diversos estudios indican que cada colilla puede contaminar entre 8 y 10 litros de agua de mar y hasta 50 litros si se trata de agua dulce. Este residuo está compuesto principalmente por acetato de celulosa, un material no biodegradable encargado de absorber las sustancias tóxicas del humo de tabaco, y que puede tardar hasta 10 años en descomponerse.
El relevamiento fue llevado adelante por 438 voluntarios de más de 20 organizaciones del tercer sector y la sociedad civil, quienes censaron un total de 40.331 residuos en un área total de 422.501 m2, el equivalente a 58 canchas de fútbol.
Las localidades censadas en esta oportunidad fueron San Pedro, Punta Lara, Magdalena, Punta del Indio, San Clemente del Tuyú, Las Toninas, Santa Teresita, Mar del Tuyú, Mar de Ajó, Nueva Atlantis, Ostende, Villa Gesell, Mar Chiquita, Mar del Plata, Balneario Marisol, Monte Hermoso, Pehuen Có, Punta Alta, Bahía Blanca, Villa del Mar e Isla Lucero.
El Censo Provincial de Basura Costero Marina se realiza anualmente desde 2016 y tiene como objetivo la reducción de la basura marina y el seguimiento del estado de las costas bonaerenses, mediante el registro y posterior análisis de los datos obtenidos.
¿Qué es la basura marina?
Se conoce como basura marina a cualquier material persistente de fabricación humana y sólido, que es descargado o abandonado en el medio marino y costero. Esta problemática se acentúa porque diariamente toneladas de basura llegan a los mares a través de los sistemas de drenaje urbanos –como bocas de tormenta y pluviales–, la desembocadura de los ríos y por la acción del viento que los traslada, sumado a lo que directamente arrojan las personas en los ambientes costeros. A su vez, el mar recoge los residuos durante la marea alta y los transporta hacia otros sitios, que pueden no ser el origen de estos residuos.
Estas características permiten comprender una cifra que lamentablemente se repite: el 80 % de la basura marina proviene del continente debido a la mala disposición y un manejo inadecuado de los residuos urbanos o de las aguas pluviales no tratadas; el restante, de los barcos comerciales y pesqueros
Como adicional, el problema de los microplásticos persiste. El origen de estos fragmentos plásticos provenientes de otros residuos –como bolsas, sorbetes o botellas– se debe a la acción del sol, el viento y el mar que los desintegran hasta convertirlos en porciones más pequeñas. Una vez que estos elementos llegan al mar es muy difícil retirarlos –por eso la prevención es fundamental– y al ingresar a la red alimentaria del ecosistema sus efectos alcanzan mucho más que a la salud de la fauna marina.
De acuerdo al estudio “Ningún plástico en la naturaleza: evaluación de la ingestión de plástico de la naturaleza a las personas” –elaborado por Dalberg–, basado en un estudio solicitado por la Organización Mundial de Conservación (WWF, por sus siglas en inglés) y realizado por la Universidad de Newcastle sobre el consumo de microplásticos en seres humanos, se concluyó que una persona, en promedio, podría estar consumiendo aproximadamente cinco gramos de plástico por semana, es decir, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito.
“Los residuos plásticos, sean macro o microplásticos, ya forman parte de todos los ambientes naturales y del alimento de muchas especies, incluidos los seres humanos. La disminución de la producción de embalajes y plásticos de un solo uso, la compra consciente, la disposición correcta de los residuos, y un sistema eficaz de disposición final y recuperación todavía están pendientes”, señala Verónica García, especialista en Ecosistemas Marinos y Pesca Sustentable de Fundación Vida Silvestre Argentina.
En este contexto, los censos de basura costera marina registran la situación en las playas bonaerenses, mediante la identificación del tipo y cantidad de residuos que afectan las costas, para buscar soluciones colectivas de alcance local y nacional. Conocer cuál es la composición de la basura marina permite identificar cómo se pueden mejorar los hábitos de consumo, evaluar las realidades particulares y establecer qué tipo de regulaciones son necesarias, con la finalidad de frenar y revertir la contaminación por plástico.
Fuente Fundación Vida Silvestre Argentina
Foto principal: Télam.