Después de casi dos décadas de negociaciones, el 4 de marzo de 2023 los Estados miembro de la ONU llegaron a un acuerdo: el Tratado Global de los Océanos. El mismo es fundamental en el contexto de crisis climática mundial, de pérdida de biodiversidad y de contaminación. ¿Qué pasa en el mar Argentino?
Por Araceli Achkar
Los Estados miembro de la ONU, reunidos en la sede de Nueva York, Estados Unidos, llegaron a principios de marzo a un acuerdo denominado Tratado de altamar, determinante para cumplir el compromiso “30×30” que se asumió en diciembre pasado, en una conferencia de la ONU en Montreal. El mismo insta a proteger para el 2030 un tercio de la biodiversidad del mundo, en tierra y mar.
Este acuerdo brinda un marco legal para la protección de al menos el 30 % de los océanos, establecer áreas marinas protegidas, destinar más fondos para la conservación marina y de la vida silvestre, y cubrir el acceso y uso de los recursos genéticos marinos. Además, establece la creación de una Conferencia de las Partes (COP), que deberá reunirse periódicamente para monitorear los avances.
En el marco de una crisis climática global, la protección de los océanos se torna fundamental. Son el sumidero de carbono más importante de nuestro planeta, producen aproximadamente la mitad del oxígeno, indispensable para la vida, y representan alrededor del 95 % de la biodiversidad del planeta. Incluso, en la Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas, que se realizó a finales de junio 2022 en Lisboa (Portugal), los líderes mundiales pidieron mayor ambición para lograr el abordaje del grave estado de los océanos y admitieron su preocupación por “la emergencia global a la que se enfrenta el mar”.
El Tratado Global de los Océanos brindaría un marco para la protección de Agujero Azul, una zona de gran importancia ecosistémica en aguas internacionales, ubicada aproximadamente a 500 km al este del golfo San Jorge (Patagonia argentina). En la actualidad, se encuentra amenazada por cientos de flotas pesqueras, y parte de la depredación se da en el límite de la zona exclusiva argentina.
¿Qué está pasando en el mar Argentino?
A pesar del consenso científico internacional con respecto a la importancia de proteger los océanos en un contexto en el que las consecuencias de la crisis climática son devastadoras, y a los contundentes resultados del último informe (2023) del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, que exige una reducción inmediata de las emisiones de carbono y el cese de nuevos proyectos y concesiones para la explotación de gas y petróleo para poder asegurar un futuro habitable, Argentina no solamente protege menos de un 10 % de su mar, sino que diversos proyectos hidrocarburíferos ponen en riesgo los ecosistemas marinos.
“La actividad petrolera en el mar conlleva riesgos ambientales más altos que sobre el continente, y sus daños potenciales resultan aún más difíciles de controlar y cuantificar”, especifica el Foro para la Conservación del mar patagónico y sus áreas de influencia en su informe de estado de situación (2021-2022) “Prospección sísmica. Riesgos e impactos en el mar Argentino”.
En la costa atlántica, a unos 300 km de la costa de Mar del Plata, después de un recorrido que comenzó con una resolución el 30 de diciembre de 2021 e incluyó numerosas instancias judiciales, fue autorizada la exploración petrolera en la cuenca argentina norte en los bloques CAN 108, CAN 110 y CAN 114 por parte de la empresa noruega Equinor (socia de YPF y Shell). Será la primera vez que se realizará en Argentina esta actividad en aguas profundas y ultraprofundas.
Según el biólogo Diego Rodríguez (investigador del CONICET y docente de la UNMDP), más del 80 % de los estudios realizados a escala mundial indican que la exploración sísmica implica un impacto significativo en la fauna marina, actividad que se llevaría a cabo en una primera instancia. En caso de hallar hidrocarburos, la posterior explotación supone numerosas y severas consecuencias para todo el ecosistema marino, más el latente peligro de un derrame, ya sea durante la extracción, el traslado, la carga y descarga, el almacenamiento o por roturas en ductos.
“La actividad hidrocarburífera es una industria que genera impactos ambientales a nivel local y global, con riesgos tan diversos como las distintas etapas y actividades que involucra: prospección sísmica, catas exploratorias, diseño y construcción, explotación, transporte, desmantelamiento de las instalaciones para el abandono de pozos, etc. Sus efectos negativos sobre la biodiversidad, en todos sus niveles, son especialmente considerables. Asimismo, puede causar impactos negativos en actividades socioeconómicas, como en la actividad pesquera y la industria del turismo de naturaleza”, concluye el informe del Foro para la Conservación del mar patagónico y sus áreas de influencia.
Existen numerosos casos de desastres en petroleras offshore. Particularmente, la documentación de diversos accidentes de Equinor en todas partes del mundo es de completo acceso público. La Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) documenta al menos seis desde 2006 hasta 2021.
Cabe destacar que las zonas marinas frente a la provincia de Buenos Aires, además, son grandes áreas de alimentación de la ballena franca austral, declarada Monumento Natural argentino. Es indispensable la protección de las rutas de este mamífero no solo por la importancia ecosistémica que revisten, sino porque así lo indica la Ley Nacional N° 23.094/84, que al convertirla en monumento natural le brinda “protección absoluta”.
La costa rionegrina también perdió protección. El 9 de septiembre de 2022 la legislatura de Río Negro modificó a puertas cerradas la ley 3.308, promulgada en 1999, que protegía al golfo San Matías de las actividades hidrocarburíferas. El golfo es una zona de enorme importancia ecológica, hábitat de ballenas, orcas y toninas, y sitio donde migran aves de distintas partes del mundo.
La modificación de esta ley no solamente pone en severo riesgo la biodiversidad marina, sino que viola los principios y el Acuerdo de Escazú, que exige participación popular.
Rio Negro, meses antes, fue testigo de uno de los mayores derrames a nivel provincial. El 10 de diciembre de 2021, en Medanito, se derramaron más de 3 mil metros cúbicos de petróleo sobre la superficie del yacimiento por la rotura de un caño de la empresa Oleoductos del Valle (Oldelval). Cinco meses después se supo por qué se había ocasionado el accidente. La fotografía de una pileta de lona conteniendo la pérdida se pudo ver en diversos medios de comunicación.
La expansión de la exploración y explotación petrolera crece en el país a pesar de los acuerdos internacionales a los que Argentina suscribe y de que el último informe del IPCC establece el 2035 como fecha límite que tiene la humanidad para bajar drásticamente las emisiones de carbono a la atmósfera. «La bomba del tiempo climática está corriendo», advirtió el secretario general de la ONU, António Guterres.
Los océanos son actores claves en la lucha contra el calentamiento global, por eso la importancia de su conservación y de las políticas orientadas a ello, así como también la inversión en fuentes de energía renovable y el abandono de los combustibles fósiles.
Citecus es un sitio web independiente y autogestionado dedicado a la comunicación de temas de ciencia, tecnología y sustentabilidad. Si te gustan las notas que publicamos, podés colaborar a través de la plataforma Cafecito para que podamos generar más contenido de calidad.