Ése es el objetivo de Marina González, investigadora del Instituto Leloir y ganadora de una mención especial del Premio Nacional L’Oréal-Unesco “Por la Mujer en la Ciencia” 2019.
El paradigma actual plantea que la quimioterapia elimina células cancerígenas dañando su ADN. Sin embargo, la estrategia “es un arma de doble filo, porque también conlleva el peligro de generar mutaciones que son insuficientes para provocar la muerte y, en cambio, otorgan a las células tumorales una ventaja adaptativa”, explicó Marina González, investigadora de la Fundación Instituto Leloir (FIL), quien ganó una mención especial en la categoría “Beca” para jóvenes del Premio Nacional L’Oréal-Unesco “Por la Mujer en la Ciencia” 2019.
González plantea que la quimioterapia podría provocar muerte y mutaciones peligrosas –pero no letales– por vías diferentes. “Explorar este concepto permitiría entonces restringir su potencial de causar mutaciones, sin comprometer su eficacia”, resaltó la investigadora del CONICET en el laboratorio que lidera Vanesa Gottifredi en la FIL.
En 2019, González fue la primera autora de un estudio en The EMBO Journal que sugiere un camino innovador para mejorar el tratamiento del cáncer. Junto a sus colegas, descubrió el inesperado efecto de unos fármacos experimentales, llamados inhibidores de Chk1, que “atascan” la replicación del ADN de las células malignas y frenan así su proliferación.
“El hallazgo podría beneficiar la terapia de cánceres diversos, como los de mama, colon, hígado y sangre”, indicó la licenciada en Biotecnología de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), quien hizo su doctorado bajo la dirección de científicos de la Universidad de Friburgo, en Alemania, y de la Universidad de Ginebra, en Suiza.
Para González, la distinción otorgada por el Premio Nacional L’Oréal-Unesco “Por la Mujer en la Ciencia” 2019, “es un reconocimiento al esfuerzo de mucha gente con la que trabajé y trabajo, de la que aprendí y aprendo cada día”. Y manifestó que los premios que visibilizan el trabajo de las investigadoras “son muy importantes para desterrar los eventuales prejuicios que la sociedad pudiera tener sobre la contribución de las mujeres al progreso científico”.
Fuente y foto: Agencia CyTA-Fundación Leloir.