Así lo demuestra un estudio publicado recientemente por científicos de Finlandia y Noruega. El fenómeno denominado “amplificación ártica” es notablemente más profundo de lo que se creía hasta el momento.
Por Araceli Achkar
Sabemos que desde 1900 hasta la actualidad, nuestro planeta se ha calentado más de 1 °C. Las últimas cinco décadas han sido, sucesivamente, una más cálida que la otra. Esto sucede porque el dióxido de carbono, el metano y otros gases del efecto invernadero rodean el planeta y atrapan el calor.
Si bien esto permite la vida en la Tierra, desde la Revolución Industrial el planeta recibe muchos más gases de los que necesita, principalmente como consecuencia de la quema de combustibles fósiles. Y así, el calor que debería escapar al espacio, queda atrapado en la atmósfera.
En este contexto, el jueves 11 de agosto, un grupo de científicos de Finlandia y Noruega publicaron un estudio en la revista Communications Earth & Environment, del grupo Nature. En el mismo demuestran que, en las últimas décadas, el calentamiento ha sido más veloz en el Ártico que en otras partes del planeta. Este fenómeno se denomina “amplificación ártica”.
Para llevar adelante esta investigación analizaron los datos de temperatura tomados satelitalmente en la región ártica desde 1979. Los resultados arrojaron que el Ártico se ha calentado, en promedio, 0,75 °C por década, es decir, cuatro veces más rápido que el resto de la Tierra.
El artículo, titulado “The Arctic has warmed nearly four times faster than the globe since 1979”, tiene como autores a Mika Rantanen, Alexey Yu. Karpechko, Antti Lipponen, Kalle Nordling, Otto Hyvärinen, Kimmo Ruosteenoja, Timo Vihma y Ari Laaksonen, todos con lugar de trabajo en el Finnish Meteorological Institute (Finlandia).
El calentamiento global tiene consecuencias devastadoras en todas partes del mundo, pero particularmente el aumento de temperatura en el Ártico tiene impactos tanto locales como globales. Por un lado, afecta la vida de las comunidades y la fauna de la región. Por el otro, los deshielos están acercándose a un punto de no retorno, lo que aumenta los niveles del mar.