El investigador del CONICET Gustavo Francisco Arenas, quien lleva adelante su línea de investigación a partir de sensores basados en fibra óptica y procesamiento digital de imágenes, explica de qué manera se realizan estas mediciones.
Gustavo Francisco Arenas es doctor en Ingeniería con orientación en Electrónica y dirige el Laboratorio de Láser del Instituto de Investigaciones Científicas y Tecnológicas en Electrónica (ICyTE), perteneciente al CONICET y la UNMdP.
Arenas ingresó al CONICET en 2009 donde actualmente se desempeña en la categoría de investigador independiente. A su vez, desde el 2011 es profesor asociado de la asignatura Física 2 del Departamento de Física de la Facultad de Ingeniería de la UNMdP.
En sus investigaciones, Arenas usa luz para medir. Sus trabajos se basan en sensores basados en fibra óptica y procesamiento digital de imágenes.
“La luz se utiliza para conocer diversos parámetros físicos de objetos con los que esta interactúa. Por ejemplo, se puede medir la distancia a un objeto simplemente iluminándolo. Este tipo de medición, que es no invasiva y genera menos error, permite determinar pequeñas vibraciones mecánicas, expansión-contracción térmica, estados de vitrificación de polímeros, evaporación de solventes, secado de pinturas, entre las principales. Además, la luz, como elemento de medida, es segura en entornos en los que pudiera haber algún agente explosivo o tóxico”, explica Arenas.
-¿De dónde surgen las medidas?
-En el laboratorio LASER se manejan tres enfoques específicos basados en la iluminación con luz láser: sensores basados en fibra óptica, speckle dinámico láser y shearografía básica. Cada una de estas técnicas tiene sus características y ventajas particulares, pero en todas ellas el principio es el mismo: la interacción luz-materia que surge de iluminar el objeto de interés y analizar adecuadamente la respuesta.
-¿Cómo se integran e interrelacionan los datos para generar conocimiento?
-Partiendo de la naturaleza no invasiva de la luz, conformada por partículas sin masa, se estudia cómo se comporta en cada caso de acuerdo a los fenómenos que suceden, y luego se trata de determinar qué sucede con el objeto en estudio. De esa manera, se pueden generar nuevos conocimientos en áreas en las que las tecnologías convencionales no podrían.
-¿Qué otras aplicaciones se están desarrollando en el laboratorio?
-En el laboratorio LASER además se analiza la calidad de la iluminación basada en tecnologías modernas (fundamentalmente en las de tipo LED), en oficinas y lugares de trabajo, vía pública y parque automotor. Para ello se cuentan con instrumental específico que permite medir la iluminancia y contenido espectral de una fuente de luz. Este tipo de medición puede realizarse en cualquier lugar donde se solicite y se encuentra disponible para toda la población.
-¿Cómo impacta este manejo de la información en la sociedad?
-El impacto de esta información generada en el laboratorio es beneficioso para la sociedad tanto a mediano como a largo plazo. Por ejemplo, la medición de contracción en polímeros de uso odontológico lleva a formulaciones de mejores prestaciones y algo similar sucede con el estudio de pequeñas vibraciones vinculadas con movimientos de suelo, o de grandes estructuras como puentes y edificios.
El impacto se vuelve más inmediato cuando se trata de la medición de la calidad de la iluminación al considerar niveles de y características espectrales para contrastarlos con los estándares actuales. En este sentido, se puede observar un aumento en los componentes violeta y azul de las fuentes modernas de iluminación. El ojo humano no es menos sensible a la luz en esa parte del espectro visible, por lo tanto, un aumento en los contenidos espectrales en esa zona no necesariamente contribuye a una mejor iluminación, sin embargo, puede generar, en algunas personas más propensas, la sensación de incomodidad visual, lo que se conoce como deslumbramiento óptico.
Fuente: CONICET Mar del Plata.