Aunque no lo percibamos, a diario nos encontramos frente a mensajes escritos u orales que fueron producidos en una lengua y luego fueron traducidos a nuestra lengua para que podamos entenderlos.
Un grupo de amigos va a al cine a ver Parasite, la película surcoreana multiganadora de los premios Oscar 2020. Una familia se engancha con Borgen, una serie danesa que cumple 10 años y cobró relevancia mundial este año en la plataforma de streaming más famosa. Un gamer pasa su tiempo libre jugando a The Last of Us Part II, videojuego desarrollado por una compañía estadounidense y cuya banda sonora es otra genialidad de Gustavo Santaolalla. Una joven lee El hobbit, novela escrita por J. R. R. Tolkien (1892-1973), como tarea para la escuela. ¿Qué tienen en común estas escenas con distintas personas de habla hispana y sus consumos culturales? Todas esas instancias son posibles gracias a la traducción.
Los subtítulos o el doblaje de una película o una serie, el doblaje a español de un videojuego y la traducción literaria de una novela implican una reformulación del mensaje de su lengua original a una segunda lengua, en este caso el español. Por lo tanto, cotidianamente, quizás sin advertirlo, nos encontramos frente a traducciones que hacen posible que podamos acceder a información, a un mensaje o a los mencionados consumos culturales.
“La traducción es un fenómeno por el cual uno puede reformular mensajes de una lengua mediante los recursos de otra lengua”, definió Adolfo García en diálogo con el programa El verano menos pensado (domingos de 11 a 14 por Radio Mitre Mar del Plata).
García es doctor en Letras (especialidad neurolingüística) y cuenta con estudios posdoctorales sobre neurocognición y bilingüismo. Es codirector del Centro de Neurociencias Cognitivas de la Universidad de San Andrés e investigador del CONICET. Además, es experto internacional del Ministerio de Ciencia de China y fue designado Atlantic Fellow del Global Brain Health Institute, en la Universidad de California (EE. UU.).
Respecto a las manifestaciones de la traducción, el especialista señaló: “Hay distintas variedades o formas de traducción. Una cosa es cuando uno tiene un texto escrito y genera otro texto escrito. Por ejemplo, al pasar una novela de inglés a español. Eso es lo que se llama traducción escrita. Otra cosa es cuando una persona está dando una conferencia en una lengua y hay un intérprete en una cabina que está oralmente pasando a otra lengua lo que el conferencista está diciendo. Eso es interpretación. El subtitulado y el doblaje son otras variedades de traducción”.
Como vimos, hay diferentes modos de traducción. Ahora, ¿todas las personas que hablan dos lenguas son capaces de traducir? “Según como uno ajuste la lupa. Los que hablan dos lenguas sí tienen la capacidad de encontrar correspondencias entre las lenguas. Tener la habilidad de encontrar correspondencias entre dos lenguas de ningún modo equivale a ser capaz de desempeñarse en entornos profesionales de alta exigencia de traducción. La traducción profesional implica procesos de formación muy específicos, con un montón de recursos, técnicas y procedimientos”, detalló García.
El tipo de mensaje a traducir y el contexto en el que se transmite ese mensaje presentan particularidades al momento de realizar la traducción. En este sentido, el codirector del Centro de Neurociencias Cognitivas de la Universidad de San Andrés indicó: “Uno nunca traduce palabras aisladas. Traducimos un texto que está en un contexto, que tiene una finalidad de uso. Entonces, traducir un texto legal, un contrato digamos, implica habilidades que son muy distintas de las que entran en juego al traducir una poesía o al traducir un manual para usar una licuadora. Esas especificidades hay que desarrollarlas con mucha práctica. Los bilingües son capaces de encontrar correspondencias entre lenguas pero eso no equivale a ser capaces de desempeñarse en el sentido cabal de la traducción en entornos profesionales”.
Para García, la traducción no sólo es una herramienta que nos permite acceder a información y a mensajes emitidos en otras lenguas, también nos permite acceder “a todo un esquema cultural que puede venir detrás de lo que se está comunicando en una lengua, a un conjunto de vivencias, a las historias personales o sociales de distintas comunidades”.
La traducción y sus fases
“Si uno piensa en los procesos que atraviesan a las distintas formas de traducción, generalmente se distinguen tres fases”, subrayó el especialista. De esta manera, el primer paso consiste en “acceder al texto fuente, al texto original, que está en la lengua 1, la lengua en la que está hablando el conferencista o en la que está escrito el texto a traducir”. Por lo tanto, “primero hay que acceder a eso y comprenderlo”.
La segunda fase “tiene que ver con encontrar las formas, las correspondencias de cómo está dicho eso en una lengua y cómo se podría decir en otra lengua”. Se trata de “una fase intermedia, como un puente entre lenguas”.
Por último, el tercer proceso implica “producir el texto en la lengua de llegada, en la lengua a la que se tiene que traducir o interpretar”. En este punto, agregó que “según qué tipo de traducción se lleve a cabo, estos procesos van a interactuar con otros procesos”.
El avance tecnológico y la traducción
Casi a diario las personas acceden a páginas de internet o distintos programas para traducir palabras o fragmentos de textos escritos en otro idioma para poder comprender qué dice ese texto.
En relación a estas herramientas tecnológicas, García comentó: “La traducción automática ha avanzado enormemente. Es algo en lo que se viene trabajando desde casi mediados del siglo XX. Los traductores automáticos originalmente eran muy pobres, muy torpes”.
¿Cuál es su opinión sobre los traductores automáticos? “Si bien siguen siendo imperfectos, son muy útiles para ciertas tareas: para traducir frases cortas, sencillas, o incluso textos más o menos largos pero sin mayor complejidad. Lo pueden hacer muy bien. De ahí a pensar que la traducción automática va a reemplazar totalmente al traductor humano o al intérprete, nos falta muchísimo. Y en algunas áreas de trabajo yo creo que no va a suceder nunca”, reflexionó.
En esta línea, el doctor en Letras aseguró: “Es difícil pensar en que algún día una máquina pueda desarrollar la sensibilidad estética necesaria para traducir una novela con todos sus matices, sus implicancias, sus resonancias históricas, sus juegos de palabras y de una forma que realmente tenga valor poético en la lengua de llegada como lo puede hacer un traductor literario”.
Como se ha dicho, aunque no las percibamos siempre, las traducciones están ahí. En internet, en las aplicaciones del teléfono, en las películas y las series, en los libros, en los manuales de instrucciones, en los videojuegos, y hasta en los envases de los productos. Y en todos esos casos, los mensajes han sido reformulados para que podamos entenderlos.
Para saber más sobre este tema pueden escuchar el episodio 2 de #Modo Ciencia, el podcast de Citecus. En este capítulo, Adolfo García habla sobre el lenguaje, el cerebro y las traducciones:
Gracias Adolfo por abrirme el cerebro para poder entender cómo maneja nuestro cerebro las traducciones! Muy didáctico en tus enseñanzas! Me encanta escucharte por la gran seguridad que demuestras en tu estudio!
Te seguiré escuchando por este medio para saber cada día un poquito más!
Gracias.