El 2 de febrero es el Día Mundial de los Humedales. La conservación de estos espacios es fundamental porque son fuentes de agua dulce, son hábitat de diversas especies y cumplen un rol ecológico de gran valor para el medioambiente.
Cada 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales. Se trata de una jornada que invita a reflexionar sobre la importancia de resguardar estos ambientes con múltiples beneficios ecosistémicos.
La fecha recuerda la firma de la Convención sobre los Humedales, que tuvo lugar en Ramsar (Irán) en 1971. La misma entró en vigencia en 1975. Hacia 2016, 169 Estados adherían a este tratado. Según el artículo primero de la Convención, se considera humedales a “las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean estas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros”.
En 2018, la Convención sobre los Humedales publicó el documento Perspectiva mundial sobre los humedales. En el mismo, señalan que a nivel mundial, los humedales cubren más de 12,1 millones km². De esta superficie, un 54 % está inundado de forma permanente y un 46 % temporariamente. Al mismo tiempo, alertan que, entre 1970 y 2015, se produjo una pérdida de humedales naturales cercana al 35 %.
Según el sitio argentina.gob.ar, los humedales son ambientes de gran importancia ya que: “Contribuyen de modo decisivo al bienestar humano al desempeñar funciones de las cuales se derivan múltiples beneficios. Por ejemplo, son fuentes de agua, mitigan sequías e inundaciones, suministran alimentos, albergan una rica biodiversidad y almacenan carbono, entre muchos otros servicios ecosistémicos”.
Para quienes viven en Mar del Plata, no hace falta movilizarse muy lejos para disfrutar de estos entornos naturales. Ejemplos de humedales son la laguna de los Padres, la laguna de Mar Chiquita (en la foto principal de la nota) y aquellos que se ubican en la Reserva Natural del Puerto.
“Los humedales de agua dulce son los reservorios de agua dulce. Hay mucha agua en el planeta, pero gran parte es agua salada, no accesible a todo el mundo. Entonces, la presencia de estos lugares es importante. Además, son lugares que tienen una alta biodiversidad y cumplen una cantidad de funciones importantes. Por eso, la necesidad de preservarlos”, señala a Citecus Juan Pablo Isacch, doctor en Ciencias Naturales e investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC).
En cuanto a las características de estos espacios, el investigador indica que son lugares “con una biodiversidad importante de aves, de peces, de anfibios y de algunos otros organismos invertebrados que viven en el agua”. Y añade: “Eso es un valor en sí mismo porque nuestra zona está muy modificada. Es difícil reconocer los ambientes originales en nuestra región, previos al desarrollo de toda la actividad humana. Los humedales, de alguna manera, son como los últimos reservorios de biodiversidad, donde se preserva la biodiversidad”.
A diferencia de otros ambientes, Isacch remarca que “los humedales se encuentran como en partes, en forma aislada, que son como islas” y que por ello “generan un atractivo particular y una necesidad específica de conservarlos”. “Si uno dice pastizales, en nuestra región nadie reconoce algún lugar demasiado específico de pastizales. Pero si uno habla de humedales, enseguida refieren a la laguna de los Padres, la laguna de Mar Chiquita. Son como lugares más reconocibles”, ejemplifica.
Las dos lagunas mencionadas presentan características particulares. “La Laguna de Mar Chiquita está conectada al mar, está influida por las mareas y, a su vez, por el aporte de arroyos y canales. Con lo cual hay una mezcla de agua dulce y agua salobre, que hace que haya una diversidad particular en esos lugares y una dinámica particular del ecosistema –explica el especialista–. Por su parte, la Laguna de los Padres es una típica laguna continental de agua dulce, con sus juncales y demás, que también está alimentada por una cuenca. Es una típica laguna de agua dulce pampeana. Comparten parte de su fauna y su diversidad, pero en general son dos cosas diferentes”. Ambas son áreas protegidas a nivel provincial, Reserva Natural Provincial Mar Chiquita y Reserva Natural Laguna de los Padres. Además, la Laguna de Mar Chiquita forma parte de la Reserva Mundial de Biosfera Parque Atlántico Mar Chiquito, categoría que tiene desde 1996 por decisión de la UNESCO.
Si bien ese tipo de humedales es fácil de reconocer, Isacch destaca que hay otros espacios que también son humedales, como arroyos y lugares bajos que se inundan de manera temporal, los cuales se pueden encontrar en esta zona. “Nuestra región específicamente está en el límite de lo que es la Depresión del Salado. Si se la considera en sentido muy amplio, La Pampa Deprimida es como un gran humedal. Si uno la mira en una imagen desde arriba está llena de pequeñas lagunas o pantanos o cuerpos de agua. Y, a su vez, eso está rodeado de pajonales que se inundan temporariamente. Así que, en un sentido amplio, es como un gran sistema de humedales. Hay muchos humedales en nuestra región y están muy representados”, detalla.
Por otro lado, el doctor en Ciencias Naturales resalta que estos ambientes tienen un gran valor cultural, dado que son espacios donde se realizan distintas actividades recreativas y se disfruta de salidas a la naturaleza. Por lo tanto, eso también favorece el interés por conservarlos.
En relación a lo normativo, Isacch señala que en la actualidad se está trabajando en leyes de protección de humedales tanto a nivel nacional como provincial. “Esperemos que surjan, que se reglamenten y se establezcan”, expresa.
En diciembre de 2020, se firmó un convenio para la creación de un Parque Nacional en un área costera que comprende a la laguna de Mar Chiquita. “Que sea Parque Nacional la pondría en un nivel de protección a nivel nacional, que tiene otra jerarquía. A su vez, Parques Nacionales tiene una logística, una infraestructura y una cantidad de recursos que serán volcados a la protección del lugar y eso implicará mejorar las condiciones. Por lo cual, será claramente un beneficio para su protección”, concluye Isacch.
Foto principal: Prensa Mar del Plata.