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Se realizan jornadas sobre intoxicaciones por monóxido de carbono

Será este viernes, con entrada libre y gratuita, en el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos Departamento Judicial Mar del Plata (Bolívar 2948). Las actividades se desarrollarán a partir de las 13.30.

 

Las Jornadas Interinstitucionales sobre intoxicaciones por monóxido de carbono (CO) se realizarán el viernes 7 de junio en el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos Departamento Judicial Mar del Plata (Bolívar 2948). Las actividades, que comenzarán a partir de las 13.30, se desarrollarán con entrada libre y gratuita y se entregarán certificados oficiales. Durante las jornadas participarán profesionales de diversas áreas y habrá diferentes paneles, exposiciones y presentaciones.

Cabe recordar que el monóxido de carbono es una sustancia tóxica y altamente peligrosa porque no es detectable a través de los sentidos. Carece de olor, sabor y color. Tampoco irrita los ojos ni la nariz. Por tal motivo, es indispensable informar y prevenir a la sociedad sobre la importancia de mantener bien ventilados los ambientes, el control periódico de la instalación de los artefactos por un gasista matriculado y contar con dispositivos de corte en presencia de monóxido de carbono (CO).

En cuanto a cifras, en Argentina mueren por año un promedio de 200 personas por intoxicaciones con monóxido de carbono. En tanto, en 2018 se registraron más de 2000 casos de este tipo de accidentes.

La mayor parte de los accidentes se producen en invierno dado que, ante las bajas temperaturas, las personas tienden a recluirse en un ambiente, manteniendo cerradas todas las aberturas (puertas y ventanas). De esta forma, se le resta oxígeno a los artefactos para la combustión y en consecuencia ésta será incompleta y producirá monóxido de carbono.

Todo material combustible rico en carbono (gas, petróleo, carbón, kerosén, nafta, madera, cartón, papel, plásticos) necesita oxígeno para quemarse. Cuando la cantidad de oxígeno es insuficiente, la combustión es incompleta y se genera monóxido de carbono (CO).

Miguel Ponce, docente de la UNMDP e investigador del CONICET, desarrolló un dispositivo que detecta y corta el suministro de gas del artefacto en presencia de exceso de (CO). A partir de la difusión de esta innovación es posible contar con un dispositivo que corte el gas del artefacto. Inmediatamente, al corte de gas, se genera y emite una alerta al usuario advirtiendo sobre la formación de monóxido de carbono. De tal manera, este desarrollo constituye una aplicación que reduce drásticamente el porcentaje de muertes y accidentes.

Los siniestros por intoxicaciones por CO son producidos en un 87 % por calefones, 8 % por calefactores y 5 % por cocinas. El monóxido de carbono ingresa al cuerpo a través de la respiración, llegando primero a los pulmones y luego incorporándose a la hemoglobina del glóbulo rojo presente en la circulación sanguínea, desplazando al oxígeno y generando carboxihemoglobina. Eso hace que al disminuir el oxígeno afecte en primer lugar al cerebro, con síntomas como mareos, náuseas y vómitos, y en segundo lugar al corazón, incrementando el riesgo de que se produzcan arritmias cardíacas, infarto de miocardio y la persona fallezca.

Las intoxicaciones por Monóxido de Carbono (CO) se dividen en cuatro formas clínicas:

Sobreaguda: los síntomas al comienzo van a estar ausentes ya que el paciente muere en pocos minutos debido a que la concentración de CO en el ambiente va a ser muy elevada (1500 ppm -parte por millón- o más).

Aguda: los síntomas de inicio van a ser cefalea, náuseas, vómitos, calambres, convulsiones, infarto de miocardio, daño hepático. Aquí la concentración de CO en el ambiente va a ser menor a 1400 ppm.

Subaguda: en esta forma de presentación, el paciente va a estar expuesto al CO durante varios días y a menores concentraciones. Los síntomas van a ser cefaleas, mareos, vómitos, alteración digestiva e irritabilidad, los que progresan a cuadros clínicos más complejos, dificultando al médico el diagnóstico de esta intoxicación y llevando al paciente a que tenga secuelas en el tiempo.

Crónica: la exposición al monóxido de carbono (CO) va a ser durante meses o años a pequeñas concentraciones, siempre mayores a 50 ppm, dado que lo tolerable en un ambiente debe ser menor a 50 ppm. El síntoma cardinal va a ser la cefalea crónica que no mejora con analgésicos, trastornos de conducta, síndrome parkinsoniano, pérdida de estabilidad (síndrome cerebeloso), cansancio, insomnio, calambres generalizados, vértigo, temblores, pérdida del olfato, disminución de la agudeza visual, alteración en la visión de los colores, y cuadros psiquiátricos, lo que hace que a las intoxicaciones crónicas se las conozca con el nombre de ‘una enfermedad simuladora’, que hace mucho más difícil llegar a un diagnóstico correcto.

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