El Smilodon populator, el tigre dientes de sable que habitó en Sudamérica, fue uno de los principales cazadores de la región. Se han encontrado restos fósiles de este mamífero prehistórico en Mar del Plata y la zona.
Por Agustín Casa / Follow @Agustin_Casa
Atento, en posición de guardia. Su mirada y sus gestos faciales imponen respeto, sus colmillos infunden temor. Su postura es la de una criatura al acecho, sus robustas patas delanteras sugieren que está preparado para el ataque. Hace un millón de años, sería señal de peligro para sus presas. Hoy, representado en una escultura, vigila el ingreso al Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia de Mar del Plata. Y llama la atención de los transeúntes que circulan por la Plaza España.
El tigre dientes de sable sudamericano (Smilodon populator) fue uno de los depredadores que dominaron la región y uno de los más grandes que ha pisado la Tierra. Se estima que los ejemplares de mayor tamaño de esta especie medían cerca de 1,20 metros de alto, 1,80 metros de largo –desde la cabeza hasta la cola– y su peso rondaba entre 300 y 350 kilos.
Este mamífero prehistórico habitó lo que hoy conocemos como Sudamérica durante el Pleistoceno (período Cuaternario, era Cenozoica), desde hace 1,5 millones de años aproximadamente hasta hace unos 10.000 años. Según los registros, este animal vivió desde Brasil hasta el norte de la Patagonia. Se los conoce como tigres dientes de sable por sus colmillos, similares a unos sables.
¿El felino más grande que pisó la Tierra?
“Los primeros restos de Smilodon populator –la especie que vivió en Sudamérica– fueron encontrados en Brasil hacia 1842 por el danés Peter Lund. Cuando los encontró, no estaban los caninos. Estaba todo el cráneo pero le faltaban los caninos. En realidad, el nombre smilodon significa diente de escalpelo y no hace referencia a los colmillos o caninos, sino que hace referencia a los incisivos. Porque él nos los tenía disponibles. No los había encontrado y, al ver el cráneo, no suponía que eran caninos muy largos. Además, él pensaba que era un animal que estaba entre un felino y una hiena”, cuenta a Citecus el paleontólogo Matías Taglioretti, responsable del Área de Paleontología del Museo Municipal de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia de Mar del Plata.
A medida que se hallaron más restos de este animal se hizo más evidente su asociación a los felinos. “Hoy sabemos que el Smilodon populator era de tamaño muy similar a un león –relata Taglioretti–, y que tenía los miembros delanteros mucho más fuertes, robustos. Eso hace que el índice de masa corporal sea mayor al de un león, y sería posiblemente el felino más grande que haya existido en el planeta Tierra. Estos animales no tienen cola larga como otros felinos, que la utilizan como si fuera un timón. Es por eso que se considera, entre otras cosas, que el tigre dientes de sable sudamericano habría sido un cazador al acecho, de emboscada”.
Los colmillos de este felino, que tenían el aspecto de filosas dagas, dan pistas sobre cómo habría sido su estrategia depredadora. “Antes de utilizarlos como dagas y terminar de matar a la presa, ellos seguramente trabajaban mucho la aprehensión de la presa con sus patas delanteras, por eso eran tan robustos corporalmente en la mitad anterior del cuerpo. Entonces, una vez que tenían inmovilizada a la presa, recién ahí utilizarían esos caninos hipertrofiados para matarla. No lo hacían cuando estaban forcejeando porque corrían grandes chances de romper esos dientes, ya que los movimientos laterales los harían frágiles y se romperían”, explica el paleontólogo.
¿Se trata del felino más grande de la historia? “Podemos hablar de tamaño relativo de un animal a partir de las medidas lineales –largo y alto– o de la masa corporal. Si es por las medidas de largo, hay felinos que son mucho más grandes que el tigre dientes de sable, que tenía la cola cortita. En alto, fue similar a un tigre. Pero el tigre dientes de sable sudamericano tenía una contextura ósea mucho más robusta, las patas delanteras eran sensiblemente más grandes que las posteriores. Eso da un cálculo de masa corporal y es el más grande de todos”, sostiene Taglioretti.
El tamaño de este animal es centro de discusión, debido a que presentaba dimensiones más grandes que su pariente de América del Norte, el Smilodon fatalis, el cual habitó incluso el norte de Sudamérica. Taglioretti comenta que el mayor tamaño del Smilodon populator se debe a que “la fauna de herbívoros de América del Sur, en promedio, presentaba masas corporales mucho más grandes que las que había en América del Norte”, por ello “los felinos ajustaron su tamaño relativo, su masa corporal, al tamaño de las presas”. Y añade: “Esta es una de las posibles explicaciones que hay para entender por qué estos felinos llegaron a tener dimensiones tan abultadas, a estimaciones máximas de 400 kilogramos”.
Hallazgos y exhibiciones
“Tuve la suerte en mi vida de encontrarme con dos restos de tigre dientes de sable”, reconoce Taglioretti. Cuando era adolescente, Matías halló varios huesos de un ejemplar: “Los incisivos estaban tan gastados que parecían los de un caballo, no tenían punta. Era un animal muy viejito cuando murió. Eso es normal porque este animal estaba cerca o en la orilla de una laguna. Cuando los animales son muy viejos, por lo general tratan de permanecer cerca de la fuente de agua porque ya les cuesta desplazarse, entonces, se aseguran agua y quizás estar más cerca de las presas”. En otra oportunidad, el paleontólogo encontró un húmero de este felino prehistórico en la paleolaguna de Camet Norte, en el partido de Mar Chiquita.
En cuanto a los registros de restos fósiles de este animal en la región, se han encontrado en la mencionada paleolaguna de Camet Norte, también en la zona de Mar de Cobo y en Mar del Plata, por ejemplo, en las barrancas ubicadas al norte de la ciudad. En el Museo Scaglia, hay una recreación de un esqueleto subadulto armado en un diorama y un cráneo de gran tamaño que se encuentra en exhibición en la Sala de Ciencias.
Un gran cazador en la región pampeana
Los felinos llegaron, provenientes de América del Norte, a Sudamérica producto del Gran Intercambio Biótico Americano, que se estima que inició hace 3 millones de años. “Este proceso de intercambio faunístico se produjo porque se elevó el istmo de Panamá y se unieron las Américas –explica Taglioretti–. Ese puente terrestre sirvió para que los animales pasaran de un lado al otro. Los tigres dientes de sable no fueron de los primeros animales en pasar a Sudamérica. Llegaron hace 1 a 1,5 millones de años atrás. Una vez que estos felinos entraron se especiaron –la especiación se produce cuando a partir de una especie original, se genera una nueva– y así nació el tigre dientes de sable sudamericano”. No fue el único. En Sudamérica, habitaron muchos otros felinos en tiempos prehistóricos.
El tigre dientes de sable sudamericano fue un depredador con un papel preponderante en la cadena trófica. “Fue uno de los dos principales cazadores que tuvo la región pampeana. El tigre dientes de sable compartió en Sudamérica su nicho de caza con los osos de las pampas, un tipo de oso de cara corta que también vino de América del Norte y pasó cuando se estableció el puente terrestre con América del Sur. En términos de masa corporal, el oso de las pampas era mucho más grande que el tigre dientes de sable. Es muy probable que el oso de las pampas, si bien cazaba en algún momento, haya sido más cleptoparásito. Esto quiere decir que robaban presas cazadas por otros predadores como el tigre dientes de sable. Es muy probable que el tigre dientes de sable sea el principal animal que estaba dando baja a distintos herbívoros. Luego, en una competencia, un oso de las pampas podía aprovecharse de la caza que efectuaba el tigre dientes de sable y robársela simplemente porque era un animal mucho más grande y tenía muchas más ventajas en una pelea”, describe.
El final de los grandes mamíferos prehistóricos
El Smilodon populator se extinguió hace alrededor de 10.000 años y no ha dejado descendencia. Sobre la extinción de este felino, Taglioretti detalla: “Se entiende que una de las principales causales de la extinción fue la desaparición de sus principales presas, que fueron los megamamíferos. Ese evento de extinción importante, que fue la pérdida de la megafauna, rompió las cadenas tróficas que existían hacia finales del Pleistoceno en Sudamérica. Y obviamente los grandes felinos, junto a los osos de las pampas, se perdieron”.
En esta línea, resalta que antes había 40 especies de animales cercanos a la tonelada en Sudamérica y no ha quedado ninguno. “El mamífero terrestre más grande que actualmente vive en Sudamérica es el tapir, con 400 kilogramos”, agrega.
Fue uno de los grandes mamíferos prehistóricos que habitaron estas tierras y uno de los animales que dominaron la cadena trófica durante el Pleistoceno. Hoy, una escultura del tigre dientes de sable sudamericano –obra del taxidermista Marcelo Castillo– custodia la entrada del Museo Scaglia , y su figura está representada en un mural del mismo edificio. Forma parte de las muestras del museo y es la cara visible de un viaje al pasado de la región.