La reconocida viróloga e investigadora superior del CONICET, que se desempeña como jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir, recibió el máximo galardón del sistema científico argentino durante un acto realizado en el Centro Cultural de la Ciencia, que contó con la presencia del presidente de la Nación, Alberto Fernández.
La viróloga Andrea Gamarnik recibió de manos del presidente Alberto Fernández la Distinción de Investigadora de la Nación Argentina 2022, en reconocimiento “a su destacada labor en la creación de nuevos conocimientos, la formación de recursos humanos y transferencia al medio económico-social de la producción tecnológica”.
La ceremonia, que se llevó a cabo en el Centro Cultural de la Ciencia, contó también con la participación del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, quien hizo entrega previamente de los Premios Houssay, Houssay Trayectoria y Jorge Sabato.
“Estoy muy contenta y emocionada de recibir esta distinción. Es un reconocimiento que en verdad me excede. El trabajo realizado incluye a muchas personas y a muchas instituciones”, aseguró Gamarnik al subir al escenario y ser aplaudida de pie por el auditorio. Y agregó: “Le agradezco a la UBA, porque sin una universidad pública no hubiera podido estudiar; al CONICET, que permitió mi formación y es un semillero constante de recursos humanos de altísimo nivel; y al Instituto Leloir, que no solo es un lugar excelente a nivel científico, sino también a nivel humano”.
Luego de entregarle el galardón, el presidente aseguró: “A Andrea la conocí en la pandemia y pude ver su dedicación y compromiso. Tenés muy bien ganados los dos premios que te llevás hoy”, le dijo.
El reconocimiento como Investigador/a de la Nación se otorga entre quienes obtuvieron el Premio Houssay Trayectoria de cada año, que se da a conocer previamente en el mismo acto. En esta oportunidad, Gamarnik compartió la candidatura con el doctor en Ingeniería Química Eduardo E. Miro, la doctora en Química Marta Irene Litter y la doctora en Filosofía Florencia Luna.
Andrea Gamarnik se recibió de bioquímica en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, donde también hizo su doctorado. Luego, realizó un posdoctorado en Virología en la Universidad de California en San Francisco (UCSF), Estados Unidos, país en el que residió nueve años. Gracias a un programa de repatriación de científicos lanzado por la Fundación Instituto Leloir (FIL) regresó a la Argentina a fines de 2001 para establecer el Laboratorio de Virología Molecular en la FIL, que todavía dirige y por el que ya pasaron y se formaron más de 30 becarios e investigadores jóvenes.
“Quiero destacar que este es un reconocimiento no solo al trabajo científico riguroso, creativo y sostenido por muchos años en nuestro país, sino también a una forma de hacer este trabajo: en equipo, solidario, inclusivo, respetuoso. Los grandes descubrimientos que hicimos en nuestro laboratorio en más de 20 años fueron, sin dudas, el fruto de esa manera de investigar”, resaltó Gamarnik.
A lo largo de los años, el grupo de Gamarnik hizo contribuciones fundamentales para comprender los mecanismos de replicación de los virus del dengue y del Zika, aportes que sientan las bases para futuras vacunas y tratamientos antivirales. Y durante la pandemia de COVID-19 desarrolló en tiempo récord los primeros kits argentinos de análisis de anticuerpos –bautizados COVIDAR– para detectar la presencia del SARS-CoV-2, cuando aún no estaban disponibles ni siquiera para ser importados.
“Ahora toda nuestra sociedad sabe para qué sirven la ciencia y la tecnología. Tener un buen sistema científico nos permite contar con la capacidad de resolver problemas propios. Por eso debe ser una política de estado, que se sostenga en el tiempo a mediano y largo plazo y que no dependa del gobierno de turno”, enfatizó la viróloga.
Oriunda de Lanús, provincia de Buenos Aires, Gamarnik es la primera universitaria en su familia, y siempre agradece a la educación pública por sus logros. Cuando estaba por terminar el secundario dudaba si seguir Biología o Bioquímica, pero un cartel en la farmacia de su barrio torció la historia. “El Colegio de Farmacéuticos ofrecía una beca para estudiar Farmacia y Bioquímica en la UBA. Me anoté y gané, así que me pagaron los viáticos y los libros durante toda la carrera”, recuerda la científica, también fanática del fútbol y que, de niña, se iba a dormir con el microscopio que le habían regalado sus padres en la mesa de luz, siempre cerca para investigar el mundo que la rodeaba.
Entre muchos otros reconocimientos, Gamarnik recibió en 2009 el Premio L’Oreal UNESCO-CONICET Por las Mujeres en la Ciencia; en 2010 fue consagrada Personalidad Destacada de la Ciencia de la Ciudad de Buenos Aires; en 2013 le otorgaron el Diploma al Mérito de la Fundación Konex; en 2014 fue incorporada a la Academia Estadounidense de Microbiología; en 2015 se hizo merecedora del Premio internacional L’Oréal-UNESCO Por las Mujeres en la Ciencia; y el año pasado, la prestigiosa Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias la sumó entre sus miembros “por su trayectoria y destacada contribución al campo de la virología molecular”.
En tanto, la Distinción de Investigadora de la Nación es el máximo galardón con el que se premia a la persona más sobresaliente del sistema científico nacional.
Algunos de los científicos reconocidos en años anteriores con la distinción de Investigador/a de la Nación son eldoctor en Ciencias Químicas Alberto Korblihtt, la doctora en Bioquímica Ana Belén Elghoyen, el doctor en Física Conrado Varotto, la doctora en Ciencias Químicas Noemí Zaritzky y el doctor en Ciencias Químicas Gabriel Rabinovich.
Fuente: Agencia CyTA-Leloir