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Cannabis medicinal: de la investigación a la concientización

Un equipo de biólogas del CONICET y la Universidad Nacional de Mar del Plata busca técnicas para estudiar los componentes activos de cannabis y destacan la importancia de informar a la sociedad sobre su uso medicinal.

 

Cuando se habla de cannabis medicinal, la voz de distintos actores del ámbito científico resulta central para ampliar el conocimiento y la concientización sobre la temática. «Lo más importante es informar desde los diferentes aspectos: desde lo medicinal, desde la ciencia, desde la biología, y también desde lo legal”, dijo Silvana Colman (bióloga y personal de apoyo de CONICET) al programa “El verano menos pensado” (domingos de 11 a 14 por Radio Mitre Mar del Plata).

Colman forma parte de un grupo de investigadoras del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB), de CONICET y la Universidad Nacional de Mar del Plata. Este equipo se dedica a buscar distintas técnicas de estudio de los componentes activos de cannabis, para poder extraerlos, identificarlos y cuantificarlos, y también poder averiguar su estabilidad y conservación.

En relación a los estudios científicos que se conocen sobre el uso medicinal de cannabis, Colman se refirió a los cannabinoides, sustancias activas de la planta. En este sentido, la bióloga remarcó: «Los cannabinoides fueron caracterizados por primera vez en la década del 60 por un investigador de Israel, Rafael Mechoulam, y él hizo los primeros estudios en epilepsia refractaria. Después, en los 90, encontraron los receptores, los propios cannabinoides, y se sabe por qué los cannabinoides pueden beneficiar a la gente que tiene epilepsia refractaria. También se sabe por qué pueden ayudar en Parkinson, se sabe que tienen un efecto demostrado en espasticidad en esclerosis múltiple y que pueden ayudar a pasar de mejor manera un tratamiento de quimioterapia. Está comprobado».

Por su parte, Sabrina Aguilera (responsable del Departamento de Relaciones Institucionales y Comunicación de CONICET Mar del Plata) hizo foco en la diferencia entre el uso recreacional y el uso medicinal y advirtió: “La planta es la misma, las formas de utilización son distintas. Lo que cambia es el objetivo de la utilización según el formato”. En tanto, Colman destacó que cuando se hace referencia al cannabis medicinal se habla “de dosis controladas, mínimas».

En cuanto a los tipos de uso del cannabis medicinal, Colman expuso: «La planta es cannabis sativa. Una de las formas de consumir el cannabis puede ser fumándolo, vaporizándose o también consumirlo en forma de aceite, en forma de tintura, en forma de crema, de uso tópico. Puede tener diferentes usos. El de fumar, en algunos casos de dolores agudos o crónicos, también puede ser una alternativa para algunos pacientes. Si bien el vaporizado, que es similar pero no estás consumiendo los productos de la combustión, sería algo más saludable. Se expone el producto a temperaturas altas, pero no se quema. Son formas de consumo».

En 2017, en Argentina se sancionó la Ley 27.350 de “Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados”. Según su Artículo 1°, la misma tiene como objeto “establecer un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud”.

«La ley se sancionó en marzo de 2017 y recién se reglamentó en septiembre de ese año. La ley permite a INTA y a CONICET la investigación y el cultivo, y lo que pretende es la producción de aceite medicinal a partir de los laboratorios de producción pública de medicamentos», explicó Colman.

En esa línea, la bióloga indicó: «Si bien la ley permite a INTA y a CONICET investigar y cultivar, todavía no hemos podido. Yo trabajo en el Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB). Ni nosotras ni ningún instituto de investigación del país ha podido tener plantas legalmente para poder investigar». Sobre su equipo, agregó: “Somos un grupo de biólogas que trabaja en microbiología, fisiología de plantas y esto lo vamos mechando de a poco. Todavía no tenemos presupuesto para trabajar en cannabis».

«La gente lo consume y todavía no podemos hacer investigación, ni siquiera hacer la cuantificación de los aceites que consume. Sería muy importante poder decirle a las mamás que producen aceites de la manera más segura, que es en su casa y cultivando su planta, este aceite tiene tal composición, tal concentración e identificar los compuestos. De esta manera, se sabría lo que se está tomando y los médicos podrían hacer el seguimiento. Ése es uno de los objetivos que tenemos nosotras en el instituto, poder prestar el servicio. Todavía no lo hemos podido hacer, porque poder prestar un servicio, a partir de un servicio de CONICET, depende de la importación de los estándares y eso conlleva un montón de trámites», detalló Colman.

Por otra parte, Sabrina Aguilera señaló: «En el caso de los médicos están únicamente habilitados a recetarlo en casos de epilepsia refractaria. En el resto de los pacientes con otras patologías hoy todavía no”. Además, comentó que “lo ideal sería que el médico pueda decir hasta cuánto está tomando el paciente para que después la investigación científica esté avalada desde esta información».

«Lo injusto es que la ley sale a partir de toda esta demanda de los pacientes y algunos médicos que se informaron, pero la ley no benefició todavía a ninguno de estos pacientes. Están desprotegidos, son criminalizados porque la ley sólo lo que permite por ahora es la importación de aceite para epilepsia refractaria y la investigación a INTA y CONICET, que recién ahora está saliendo el programa que vendrían a ser los pasos a seguir para poder hacer el cultivo de investigación y son bastante complicados”, relató Colman.

Este grupo del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB) espera por el correcto funcionamiento del programa para el estudio científico del uso medicinal de cannabis. A su vez, Colman es optimista respecto a que en el futuro tendrán presupuesto para continuar con esta investigación. Mientras tanto, realizan aportes para la divulgación y generar conciencia en distintos actores sociales y la comunidad general. En ese marco, a principios de septiembre Colman fue una de las participantes de la charla “Diálogos sobre cannabis medicinal” organizada por CONICET Mar del Plata y la Universidad Nacional de Mar del Plata.

 

Foto: Grupo del IIB que lleva adelante la investigación (crédito CONICET Mar del Plata).

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