Investigadores de todo el mundo, entre ellos un grupo de marplatenses, trabajan para evitar los efectos de la acidificación de los océanos en especies de moluscos y corales.
Un grupo de científicos de 15 países, entre ellos siete argentinos, han sido seleccionados por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para llevar a cabo un estudio comparativo a nivel global probando los efectos de posibles condiciones futuras de acidificación oceánica.
Los representantes globales se reunieron a fines de agosto en el Sven Lovén Marine Infrastructure Center, de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), para coordinar y planificar los protocolos de estudio y el comienzo de la investigación. El proyecto, que durará cuatro años, aportará información para comprender mejor los impactos de la acidificación oceánica sobre 26 especies marinas, que son utilizadas principalmente como alimentos.
El dióxido de carbono (CO2) liberado a la atmósfera por las actividades humanas es absorbido por los océanos generando un proceso conocido como acidificación oceánica, que afecta a todos los organismos marinos, especialmente los corales y moluscos. Existen múltiples factores que pueden afectar la producción y sustentabilidad de los ecosistemas marinos, pero el daño generado por la acidificación podría afectar irremediablemente a las industrias vinculadas con la acuicultura y las pesquerías. La preocupación por los impactos de la acidificación de los océanos en los alimentos de origen marino ha llegado a las Naciones Unidas, que planteó como Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS 14.3): “Reducir al mínimo y hacer frente a los efectos de la acidificación de los océanos, entre otras cosas mediante una mayor cooperación científica a todos los niveles”.
El grupo de argentinos que participan del proyecto es liderado por Betina Lomovasky, investigadora independiente del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMYC-CONICET, UNMDP) e incluye a Maria Soledad Yussepponne, becaria postdoctoral del proyecto, Silvana Campodonico y Matias Schwartz, del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), Alejandro Bianchi, Ana Paula Osiroff y Carolina Kahl, los tres pertenecientes al Servicio de Hidrografía Naval (SHN).
“Ser seleccionados para participar de un proyecto a nivel mundial es sin dudas un gran reto, pero también una gran oportunidad de que nuestro país, y por lo tanto el Atlántico Sudoccidental, esté representado como sistema en esta aproximación global de los posibles efectos de la acidificación del océano sobre especies marinas comerciales”, comentó Lomovasky.
El grupo de científicos argentinos centrará sus investigaciones en los efectos de la acidificación de océanos en la vieira Zygochlamys patagonica durante ocho meses. Los organismos de dicha especie de bivalvo habitan principalmente en el frente del talud continental, siendo un recurso importante explotado comercialmente en Argentina.
Los estudios que se realizarán implican evaluar características comerciales de las especies marinas, como el crecimiento, la supervivencia, el sabor y la textura, y otros vinculados con cambios en el metabolismo, la calcificación y la bioacumulación de metales. Los resultados permitirán comprender la sensibilidad de las distintas especies a la acidificación oceánica en especies clave de mariscos y peces de todo el mundo.
Además, el proyecto contempla la vinculación con actores locales, pescadores, representantes de industrias acuícolas y pesqueras y público en general con actividades que promuevan la toma de conciencia e inspiren acciones concretas para la adaptación y mitigación de los daños en cada lugar donde se lleva adelante el proyecto.
A propósito de la integración de actores, Lomovasky agregó: “Ser parte de un equipo internacional de investigadores, que tratará de encontrar respuestas y mecanismos de mitigación y adaptación frente al cambio climático que hoy enfrentan nuestros países, será un gran aporte a la integración de sectores científicos, sector productivo y tomadores de decisiones”.
Fuente: CONICET Mar del Plata.