Según los primeros resultados del estudio, el 80 % de los pacientes respondió de manera positiva con reducción en la cantidad de crisis epilépticas. El proyecto se propone evaluar con rigor científico la efectividad y la seguridad del tratamiento.
El Hospital Garrahan lleva adelante un estudio científico sobre la efectividad y la seguridad del uso del aceite de cannabis en niños y niñas con epilepsias refractarias. Tras los trabajos realizados durante el último año, concluyó una importante etapa de este estudio realizado con 50 pacientes. En este marco, desde el hospital informaron que el 80 % (39 de 49) de los pacientes respondió positivamente a la medicación con reducción en el número de crisis epilépticas.
En esta línea, también indicaron que se redujo en un 60 % el promedio grupal de crisis mensuales. Mientras que al inició el promedio era de 959 crisis, disminuyó a 381. De este modo, resaltaron que el tratamiento permitió evitar casi dos de cada tres crisis y que cinco pacientes se encuentran libres de crisis en la actualidad.
En paralelo, desde el Garrahan relataron que la mayoría de las familias reportaron “una mejora en los aspectos cognitivos, conductuales y motores de los pacientes”. En tanto, respecto a los efectos adversos observados, desde el centro de salud remarcaron que “fueron en general de leves a moderados” y que “la mayoría se controló con el ajuste de la dosis de cannabidiol o de alguna medicación antiepiléptica”.
En Argentina, se estima que el 1 % de la población tiene epilepsia y los casos muy graves son cercanos al 20 % del total. Según se señaló en el comunicado, “los chicos y chicas que participan del estudio en el Garrahan tienen la forma más severa de la enfermedad, con crisis repetitivas que llevan a un deterioro cognitivo, conductual y motor”.
En relación a los resultados del ensayo, el presidente del Hospital Garrahan, Carlos Kambourian, aseguró: “Los números son muy positivos y nos permiten ver una gran reducción de cantidad de crisis y mejoras en la calidad de vida. Este estudio debía responder una pregunta: ¿es efectivo y seguro el aceite de cannabis en dosis farmacológicamente controladas? Hoy sabemos que la respuesta es sí”.
“Vamos a trabajar en conjunto con las autoridades nacionales competentes para que, con toda la información generada, podamos decidir los pasos a seguir y en los tiempos más cortos posibles poder avanzar hacia la máxima accesibilidad. Estoy convencido de que este es el camino para tener una mejor salud pública”, afirmó Kambourian.
Por su parte, el jefe del servicio de Neurología del Hospital e investigador principal del ensayo, Roberto Caraballo, señaló: “Los resultados confirman lo que percibimos a lo largo de todo el tratamiento con las familias y los pacientes con encefalopatías epilépticas refractarias. Son indicadores que nos permiten comprender la importancia, eficacia y seguridad de contar con esta nueva opción terapéutica”.
“Originalmente el estudio involucraba a 100 pacientes, pero al finalizar la primera etapa el equipo médico realizó un corte de información que arrojó resultados tan categóricos que creímos necesario informarlos. El estudio continúa incorporando pacientes, y para los chicos y chicas que ya ingresaron, el seguimiento se prolonga un año más para corroborar que los resultados se mantengan en el tiempo y para evaluar el impacto sobre el desarrollo neurocognitivo”, remarcó Caraballo.
En tanto, la coordinadora de la Unidad de Evaluación de Tecnología Sanitaria, y asesora metodológica del proyecto de investigación, Graciela Demirdjian, subrayó: “La idea de este proyecto surgió frente a la necesidad de evaluar el cannabis sin prejuicios y con rigor científico, para asegurarnos su efectividad y seguridad antes de incorporarlo como un nuevo tratamiento”.
Al mismo tiempo, Demirdjian destacó que “estos resultados son similares a los reportados por otros investigadores en el resto del mundo, y reafirman que el cannabidiol en dosis controladas sea considerado una herramienta efectiva como adyuvante al tratamiento antiepiléptico en niños y niñas con encefalopatías epilépticas refractarias”.
“Fue un trabajo muy intenso no solo desde la perspectiva médica sino también desde lo administrativo. A lo largo de todo el proceso participaron más de 100 personas de diferentes áreas del hospital para lograr tener el fármaco disponible, cuidarlo y administrarlo”, concluyó Alejandra Villa, directora médica ejecutiva.
Fuente y fotos: garrahan.gov.ar.