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Descubrieron en la provincia de Neuquén uno de los dinosaurios carnívoros de mayor tamaño conocido

Meraxes fue descubierto en la Barda Atravesada de las Campanas, a unos 20 km de Villa El Chocón. El estudio estuvo a cargo del Museo “Ernesto Bachmann”, la Fundación Azara (Universidad Maimónides), el CONICET, la Sección de Ciencias de la Tierra del Field Museum of Natural History de Chicago y la Universidad de Minnesota, y contó, además, con financiamiento de la Agencia I+D+i. El trabajo fue publicado en el último número de la prestigiosa revista científica Current Biology.

 

La Barda Atravesada de las Campanas, cortada por el cañadón del mismo nombre, es un sitio árido de rocas rojizas que dista unos 20 kilómetros de Villa El Chocón, provincia de Neuquén. En la zona afloran rocas conocidas como Formación Huincul, depositadas a principios del Cretácico Superior (de unos 96 a 93 millones de años de antigüedad).

Allí, un equipo científico, liderado por investigadores argentinos, halló el esqueleto más completo conocido para un carcarodontosáurido sudamericano y uno de los más completos del mundo. Su nombre, Meraxes, está inspirado en un dragón de los libros “Canción de Hielo y Fuego” del escritor George R.R. Martin, recreados en la serie Game of Thrones (Juego de Tronos) y es uno de los dinosaurios carnívoros de mayor tamaño registrado. La extracción de los grandes huesos de este animal tomó cuatro campañas anuales de dos a cuatro semanas cada una y contó con la participación de numerosas personas.

El hallazgo de Meraxes gigas incrementa la diversidad de terópodos conocidos para la Formación Huincul y agrega una nueva especie de depredador gigante para el Cretácico de América del Sur. Representa también el primer carcarodontosáurido con cráneo, brazos y pies muy completos, y el más anciano de los dinosaurios que conocemos, con alrededor de 45 años de edad. Además, Meraxes brinda información acerca de la relación entre los cráneos enormes y los brazos diminutos en los mayores dinosaurios carnívoros del mundo.

El trabajo científico fue publicado en el último número de la prestigiosa revista científica Current Biology. El título del trabajo en inglés es “New giant carnivorous dinosaur reveals convergent evolutionary trends in theropod arm reduction”. El fósil fue estudiado por el Dr. Juan I. Canale, quien lideró el estudio del Museo “Ernesto Bachmann” de Villa El Chocón, junto al Dr. Sebastián Apesteguía (Fundación Azara – CONICET), el Dr. Pablo A. Gallina, (Fundación Azara – CONICET) y los doctores Jonathan Mitchell (West Virginia University Institute of Technology de Estados Unidos), Nathan Smith (Los Angeles County Museum, EE.UU.), y Thomas Cullen (Field Museum de Chicago, EE. UU., y Carleton University, de Ottawa, Canadá).

Entre las instituciones que financiaron la investigación se encuentra la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) de Argentina.

También fueron parte del estudio la técnica japonesa Akiko Shinya, el Lic. Alejandro Haluza (Laboratorio de Paleontología de Villa El Chocón), el Dr. Federico Gianechini (Instituto Multidisciplinario de Investigaciones Biológicas de la Universidad de San Luis, Argentina) y el Dr. Peter J. Makovicky (Departamento de Ciencias Ambientales y de la Tierra en la University of Minnesota y en el Field Museum de Chicago, EE. UU.).

El equipo que participó del hallazgo y las investigaciones.

Sobre Meraxes
Se calcula que el individuo hallado, que murió con alrededor de 45 años de edad (entre 39 y 53) alcanzaba unos 11 metros de longitud, y su peso rondaba las cuatro toneladas (4.200 kg). Sus características anatómicas muestran que este dinosaurio tenía algunas particularidades. Su cabeza era enorme, con huesos muy ornamentados con protuberancias, crestas y surcos, y sus dientes del tamaño de cuchillos. Sus brazos eran sorprendentemente cortos, del tamaño de los de una persona; su sacro tiene una forma curiosa, como de silla de montar, sus patas eran poderosas y su segundo dedo era rematado por una poderosa garra, que recuerda vagamente a la de los velociraptores o la de las chuñas, aves cazadoras que viven en el norte argentino.

Uno de los aspectos interesantes de los carcarodontosáuridos es que sus cabezas son muy grandes, a tal punto que la del gran carcarodontosáurido Giganotosaurus carolinii supera ampliamente en longitud a la del T. rex. Sin embargo, mientras que de T. rex se conocen varios cráneos completos, esto no era así para los carcarodontosáuridos cuyo adalid, Giganotosaurus, posee un cráneo enorme pero incompleto. Aquí es donde juega Meraxes, pues lo completo del cráneo, con sus 127 cm permite, por primera vez, tomar medidas detalladas de un cráneo de carcarodontosáurido y extrapolarlas al gran Giganotosaurus. Aunque el cráneo de Meraxes es proporcionalmente más angosto, permitió estimar la longitud total del cráneo de Giganotosaurus, el más grande de los carcarodontosáuridos y uno de los más largos en terópodos, en 163 cm.

Una de las partes mejor preservadas de Meraxes son sus pies. Casi todos los huesos de sus dedos estaban en posición, mostrando con claridad su ubicación. Estos huesos robustos y con fuertes uniones ligamentosas entre sí, estaban preparados para sostener el elevado peso de estos enormes dinosaurios carnívoros. Una de las características más llamativas que revelaron estos materiales es la garra del dedo interno del pie, bastante más grande que las otras dos (casi el doble de larga que la del dedo externo) y con un borde ventral un poco más afilado. Si bien en formas más primitivas de estos terópodos, como Allosaurus, esta característica está presente, nunca con el nivel de desarrollo que presenta Meraxes, por lo que resulta una característica hasta ahora propia de esta nueva especie.

Cráneo de Meraxes.

Una de las particularidades de Meraxes es que en las vértebras que están por encima de su cintura pélvica (las vértebras sacras), las espinas dibujan un contorno semejante al de una silla de montar. Esta particularidad, que ya se ha visto en otros carcarodontosáuridos precede, por ejemplo, en el ibérico Concavenator, a una pequeña cresta o joroba, de función desconocida. ¿Tenía Meraxes una joroba al final de la espalda, antes del sacro? Es bastante posible, pero no se encontraron las suficientes vértebras de la espalda como para saberlo.

Aunque no es posible decir la edad exacta de Meraxes al morir, se concluyó que había alcanzado la madurez tardíamente, bastante después de lo que lo hacía T. rex. Así, este individuo de Meraxes se halla entre los dinosaurios carnívoros más ancianos que se conocen.

Una comparación del modo de crecer de los dinosaurios carnívoros sugiere que Meraxes gigas alcanzaba su enorme tamaño alargando el tiempo de crecimiento (hipermorfosis) respecto a lo que sería normal para otros terópodos emparentados (como Allosaurus, del Jurásico de EE. UU.), es decir, continuaba su crecimiento por un mayor periodo de tiempo (como si los humanos, en lugar de dejar de crecer en altura a los 20 años, crecieran hasta los 40 y llegaran a alrededor de tres metros de altura).

 

Fuente: argentina.gob.ar/ Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Ilustración: Jorge González.

Fotos: argentina.gob.ar

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