El Centro de Innovación Atlantis, perteneciente a la UNMDP, distinguió tres iniciativas de jóvenes de distintas unidades académicas.
La Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), a través de su Centro de Innovación Atlantis, entregó las Becas Impulso Emprendedor Tecnológico a tres estudiantes avanzados de carreras estratégicas. Este año fueron reconocidos tres proyectos: Agustina Genga con su proyecto de bioadsorbentes para arsénico (apoyado por Fluence), Rodrigo Ahumada, creador de simuladores médicos de bajo costo (acompañado por GIE Group) y Nazareno Gómez, impulsor de NutriAge, un suplemento nutricional para adultos mayores (respaldado por QM).
Este programa une a empresas locales con estudiantes universitarios avanzados con el objetivo de potenciar el ecosistema de Mar del Plata y la región. La beca otorga apoyo económico, mentorías y capacitación para poder desarrollar estos proyectos de base tecnológica con impacto en la industria y la sociedad. En total, se presentaron nueve proyectos de estudiantes de las Facultades de Medicina, Ciencias Exactas y Naturales, Ingeniería, y Arquitectura, Urbanismo y Diseño.
Estas becas nacieron como un homenaje al Ing. Carlos Manfredi, fundador de una empresa pionera en la ciudad y emprendedor visionario, como lo es GIE. Su legado inspiró a crear un programa con propósito: abrir oportunidades para que nuevas generaciones conviertan sus ideas en soluciones tecnológicas con impacto real.
Participaron del acto -realizado en el primer piso de la sede de Juan B. Justo 2550- el director del Centro, Alberto Chevalier; el Secretario de Vinculación y Transferencia de la UNMDP, Guillermo Lombera; la responsable de la Incubadora de Empresas, María Eugenia Líbera y representantes de las firmas GIE Group, Fluence y QM Equipment.
Los tres proyectos elegidos
El primero en recibir su reconocimiento fue Nazareno Gómez, estudiante de la carrera de Bioquímica e impulso de NutriAge BSG, un suplemento nutricional para adultos mayores realizado a partir del bagazo de la cerveza que será respaldado por QM Equipament. “La entrega de la beca es algo muy importante porque puede dar inicio a lo que es este proyecto. La idea surge técnicamente con una doctora del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB) a la que le presenté la idea y empezamos a realizar procesos biotecnológicos sobre este producto para obtener un producto final con valor agregado como es este y que sea de un acceso más fácil que los de competencia para estas poblaciones vulnerables“, explicó el estudiante.
Además, Gómez agregó que “la economía circular es uno de los pilares de este proyecto ya que se apoya en sustentabilidad y el beneficio social, además de lo tecnológico“.
Luego fue el turno de Rodrigo Ahumada que se encuentra en cuarto año de la carrera de Medicina y creó un un simulador médico de bajo costo. La inauguración del Centro de Simulación Médica fue un impulso muy grande para llegar a esta iniciativa. “La idea consiste, básicamente, en tomar imágenes médicas, ya sea una tomografía o una resonancia magnética, y desde ahí se hace una segmentación, se toma un molde y luego se imprime en 3D. Así se obtiene una base para poder hacer cualquier simulador del cuerpo. Hoy en día existen simuladores, pero son bastante costosos. Por eso, con este proyecto se logra obtener piezas fácilmente reemplazables con materiales de uso local como lo es el ácido poliláctico (PLA)“, desarrolló.
Además, quien recibió el apoyo de GIE Group puso en ejemplo un caso con el que trabaja actualmente: “Hemos hecho un simulador de una hernioplastía para la paroscopia que consiste en hacer la cavidad pélvica y luego con silicona se dan todas las estructuras internas para poder practicar para una cirugía”.
Por último, Agustina Genga, estudiante avanzada de la Licenciatura en Química, a través de sus tesis de grado planteó bioadsorbentes para arsénico a partir de residuos agroindustriales, proyecto apoyado por Fluence. “El arsénico es un elemento que resulta nocivo para la salud humana, produce enfermedades crónicas y es por esto que es tan importante buscar la manera de removerlo eficazmente del agua. Particularmente, en la región pampeana se encuentran concentraciones bastante elevadas“, se explayó.
Así, la necesidad urgente de desarrollar soluciones de bajo costo, sustentables y efectivas se volvieron los puntos principales del proyecto. “La idea surgió en el medio de un estudio más general que busca remover cualquier metal pesado, entonces ante esto es que nos planteamos la necesidad de desarrollar una tecnología que ofrezca una solución. Por eso me parece importante esta beca porque favorece el desarrollo tecnológico y lograr esa eficacia a la que apuntamos”, concluyó.
Fuente: Portal Universidad.