Se han producido 23 varamientos de esta especie en los últimos cuatro años en la costa bonaerense. Investigadores del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC) consideran que este fenómeno puede estar relacionado con un crecimiento de la población de este animal.
El crecimiento de la población de ballenas jorobadas en el mar argentino podría ser una de las razones del aumento de su varamiento en la costa bonaerense, según especialistas del grupo de investigación en Biología, Ecología y Conservación de Mamíferos Marinos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), del CONICET y la UNMDP.
“Las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) están internacionalmente protegidas de la caza comercial desde la década de 1960, luego de una masiva explotación en las décadas del ‘20 y ‘30. En los últimos años, la Comisión Ballenera Internacional ha confirmado una fuerte recuperación poblacional de esta especie de ballena, con tasas que superaron el 10 % anual en stocks de Australia, Sudáfrica y Sudamérica”, explican en un comunicado.
En esta línea, destacan que en el hemisferio sur habría unos 60.000 ejemplares de esta especie, por encima del stock actual en el hemisferio norte, estimado en unos 29.000 ejemplares.
“Probablemente debido a este crecimiento poblacional, las ballenas jorobadas se encuentren más frecuentemente en el mar argentino, como lo confirma el aumento en los varamientos de esta especie y el creciente número de avistajes en algunas regiones patagónicas”, aseguran.
En los últimos cuatro años, se han registrado 23 varamientos de animales de esta especie en la costa de la provincia de Buenos Aires: 7 en 2018, 3 en 2019, 5 en 2020 y 8 en lo que va de 2021.
Sin ir más lejos, en las últimas semanas se produjeron tres varamientos de ballenas jorobadas en distintos puntos de la costa bonaerense. El primero tuvo lugar el lunes 27 de septiembre en las playas de Bahía de los Moros (Partido de Lobería), donde apareció el cuerpo sin vida de un animal de esta especie.
Las biólogas Mariela Dassis, Antonella Padula y Carolina De León se dirigieron al lugar el viernes 1° de octubre para comprobar el estado del animal, corroborar cuál era la especie de ballena y realizar la toma de medidas corporales, ficha fotográfica y una serie de muestras de tejidos para análisis genéticos y toxicológicos. El ejemplar era un macho juvenil de ballena jorobada de 7,73 metros de longitud.
“El cuerpo se encontraba en un estado de descomposición moderada y aún mantenía la coloración característica de la especie. Presentaba marcas post mortem de predadores (muy probablemente aves del lugar) en la zona ventral. No presentaba ningún signo o marca que hiciera presuponer una colisión con alguna embarcación. Sin embargo, se encuentran bajo estudio ciertas marcas que pueden presuponer alguna interacción con sogas o cabos de origen desconocido”, detallan en el comunicado.
El domingo 3 de octubre se produjo un nuevo varamiento en Nueva Atlantis, localidad balnearia del Partido de la Costa, y el martes 5 uno en La Lucila del Mar, en el mismo distrito. En ambos casos, eran ejemplares juveniles que fueron liberados y reinsertados en el mar gracias al trabajo conjunto realizado por personal de Fundación Mundo Marino, cuerpos de Bomberos Voluntarios, Prefectura Naval Argentina, Defensa Civil, personal municipal y guardavidas de las zona.
El ejemplar varado el 3 de octubre era una hembra juvenil de 9,8 metros de longitud que presentaba laceraciones en sus aletas pectorales. En tanto, el encontrado el 5 de octubre era un macho juvenil de 8,5 metros de longitud. Este presentaba heridas en la región ventral (a la altura del ombligo) y laceraciones provocadas por el sustrato del lugar.
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