Distinguida como una de las 25 científicas emergentes de América Latina, la marplatense Josefina Ballarre habla sobre el reconocimiento, destaca el valor de la ciencia en el mundo actual y describe el espacio que ocupan las mujeres en el ámbito científico.
La ingeniera marplatense Josefina Ballarre fue una de las 25 científicas emergentes de América Latina distinguidas por la empresa 3M en el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Fue una de las dos argentinas reconocidas en febrero entre más de 1.100 científicas de toda la región que presentaron sus proyectos.
“No me lo esperaba”, reconoce Ballarre a Citecus. “Cuando una se presenta a un concurso con bajas expectativas y después valoran y resaltan tu trabajo, como sucedió, es una sorpresa hermosa”, agrega. La científica participó de la iniciativa con su proyecto titulado Recubrimientos funcionales y protectores sobre acero quirúrgico para implantes, que lleva adelante hace más de 20 años. El mismo consiste en el desarrollo de prótesis metálicas a partir de recubrimientos con el objetivo de que sean bioactivas y antibacteriales.
Josefina Ballarre es doctora en Ciencia de Materiales, investigadora independiente del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA) de CONICET y la Universidad Nacional de Mar del Plata, y docente de la Facultad de Ingeniería de la UNMDP. En relación al lugar que ocupan las mujeres en el ámbito científico, Ballarre señala: “La mujer en la ciencia muchas veces ve opacado su lugar por cuestiones de género, pero eso está cambiando mucho. Actualmente en Argentina hay un poquito más de mujeres que hombres trabajando en ciencia, no así en cargos gerenciales o tecnológicos. Ese es el casillero que nos falta”.
Sobre la importancia social que tiene la ciencia y su valor en el mundo actual, la investigadora asegura que “estamos en un momento de la humanidad en que hay que valorar y apoyar a la ciencia, y a la ciencia local, que es muy buena en la Argentina”.
En esa línea, la marplatense destaca el nivel de las científicas y los científicos de nuestro país. “Cuando una trabaja en el exterior, se ve claramente que es de altísimo nivel: somos capaces de compararnos con instituciones de alto renombre y formar parte de núcleos selectos de ciencia y tecnología –cuenta la investigadora y profesora–. ¿Y a qué se debe esto? Yo creo que es por dos factores: uno que los argentinos estamos acostumbrados a resurgir siempre de entre las cenizas, de amoldarnos a todas las situaciones, a tratar de encontrar salidas y recursos cuando otros no la ven, y segundo que el nivel de las universidades argentinas es altísimo, a pesar de los grandes déficits presupuestarios”.
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Si bien la ciencia ocupa un lugar importante en la vida cotidiana de las científicas y los científicos, su vida se extiende más allá del laboratorio o la universidad. En este sentido, Ballarre reflexiona: “Mi vida no es la ciencia ni vivo para la ciencia, mi vida es como la de cualquier persona normal que ama a su pareja, quiere criar a sus hijos, pasar tiempo de calidad con sus padres, disfrutar con amigos, y trabajar… La diferencia es que trabajo en algo que me apasiona y, entonces, cuando lo hago, no es una carga o un sacrificio para mí. También trato siempre de optimizar mis tiempos para poder estar más con Diego, Pauli y Enzo (mi marido y mis hijos)”.
En 2019, la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (ANCEFN) reconoció a Ballarre con el Premio Estímulo 2019 en el área de ingeniería, dirigido a personas de hasta 40 años que realizan estudios científicos y tecnológicos en la Argentina.
Es un buen estimulo para nuestras jóvenes.