El geólogo Federico Isla detalla de qué manera afecta la erosión costera a ese sector del partido de General Pueyrredon y cuenta por qué es importante llevar adelante obras de defensa costera en esa zona.
Investigadores del Instituto de Geología de Costas y del Cuaternario (IGCyC), dependiente de la Universidad Nacional de Mar del Plata y la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), estudian el impacto de la erosión costera en la costa de la provincia de Buenos Aires.
Según sus estimaciones, las playas de los partidos de la costa bonaerense pierden entre 0,5 y más de 1 metro de playa por año. Si bien los sectores donde mayor impacta la erosión costera se encuentran en Pinamar, Villa Gesell, Partido de la Costa, Mar Chiquita y Necochea, el partido de General Pueyrredón no es la excepción.
Los sectores de Mar del Plata con mayor erosión costera se encuentran en la zona sur, ya que esas playas enfrentan directamente el impacto de las sudestadas, según cuenta a Citecus Federico Isla, geólogo, doctor en Ciencias Naturales e investigador del mencionado IGCyC y del CONICET en el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC). “La erosión de los acantilados es de 0,5 a 1 metro por año”, sostiene el especialista.
En esta línea, Isla destaca: “Lo más significativo en erosión de playas últimamente ha sido desde la zona del Faro hasta donde termina la ensenada de Mogotes, que es en los Acantilados. Ahí está más orientado al sudeste. De manera que cuando hay tormentas eran los lugares más castigados, tal es así que desapareció un médano que existía en lo que hoy es el estacionamiento de los balnearios del Alfar Ese es el lugar donde hay más erosión”.
La problemática en la zona sur contrasta con lo que se observa en otros sectores de la ciudad, donde la situación es más estable debido a la presencia de espigones, como en el sector de La Perla, y a la realización de obras de defensa costera. “Las playas de La Perla son bastante estables, puede haber erosión, pero con las obras que se hicieron es una costa acorazada”, resalta Isla.
Pese a ello, el geólogo indica que en la zona de La Perla se propone traer más piedras de las canteras y tratar de tapar con arena los espigones que hay en la actualidad. De esa manera, se crearía una playa artificial más amplia. “Lo que proponemos es que se hagan obras en el sur, que es donde se están quedando sin playas”, destaca el geólogo.
Isla argumenta que la zona sur de Mar del Plata es un sector que cada vez tiene más habitantes y algunas playas, como la de La Estafeta en Chapadmalal, la de La Paloma o la de la desembocadura del arroyo Lobería, pierden arena.
Asimismo, remarca que “las playas del sur son las que tienen mayor calidad sanitaria de las aguas para el baño” y comenta que “son playas que en este momento no tienen obras de defensa, por eso surge el fenómeno ´chapa´ y son playas donde se puede hacer surf, porque no han sido alteradas”. En tanto, subraya que “lo ideal sería repoblar las playas del sur para tener las playas de la misma calidad estética y sanitaria que las que tenemos hoy en día”.
“Si van a crecer esos sectores, hay que procurar aumentar la superficie de playa. En lugar de eso, lo que hicieron en muchos lugares son pedraplenes al pie del acantilado para defensa de la Ruta 11, pero hay lugares hacia el sur que están quedándose sin playa y sería bueno hacer playas un poco más amplias para que crezcan esas localidades que están floreciendo de nuevo, como Playa Los Lobos, Acantilados y San Eduardo del Mar”, detalla Isla.
Ley de costas y cambio climático
Isla subraya la necesidad de la redacción de una ley provincial de costas y señala que una normativa de este tipo no solo debería contemplar lo que se ha hecho mal y se trata de remediar, sino que debería prever lo que puede ocurrir con relación al cambio climático.
“Esa ley tendrá que tener en cuenta que van a ser más frecuentes las sudestadas y además que va aumentar el nivel del mar. Va a crear perjuicios en el drenaje y en los efluentes cloacales de algunos balnearios que son bastante precarios”, asegura.
En paralelo, resalta que una ley de costas debería establecer los límites entre lo público y lo privado, fijar normas de construcción y ampliación de núcleos urbanos, precisar normas sobre las concesiones balnearias, fijar áreas de reserva costera, y evitar que haya pluviales que puedan erosionar la playa, entre otros puntos.
En cuanto a los impactos de la erosión costera en el futuro, en particular como consecuencia del cambio climático, Isla indica: “Tenemos una erosión natural, una erosión inducida porque se obstruyó la deriva litoral –con el puerto de Mar del Plata y el puerto de Quequén–, una erosión producida por la sobreforestación, una erosión producida por los pluviales y, a todo eso, ahora hay que pensar en que van a ser más frecuentes y más intensas las tormentas, y que el nivel del mar va a estar por lo menos 40 cm más alto que el actual en el 2100”.
En este marco, los lugares que se verán más afectados son los distritos con costa blanda. “Mar del Plata tiene una costa rocosa muy resistente, la parte de los acantilados semiresistente y además se acorazó con espigones, pedraplenes y rompeolas desvinculados. El problema es que en la provincia tenemos una costa blanda. Es por eso que la provincia tiene que defender 96 km de costa del Partido de La Costa y además la de Villa Gesell, Pinamar, Mar Chiquita, donde la erosión es muy intensa, y ahora tienen nuevos problemas en Monte Hermoso, Pehuencó, Arenas Verdes, Costa Bonita, y Bahía de los Vientos. Ahí también hay una erosión significativa”, agrega.
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