Especialistas describen las principales características y la importancia para los ecosistemas de estos carismáticos roedores que fueron tendencia en las redes sociales.
Por Agustín Casa / Follow @Agustin_Casa
Las imágenes de carpinchos coparon las redes sociales en los últimos días. La fama momentánea de estos bellos mamíferos surgió a partir de filmaciones que compartieron los usuarios sobre la presencia de grupos de carpinchos en Nordelta (Municipio de Tigre), un barrio privado construido sobre un humedal, hábitat natural de estos roedores.
Los carpinchos (Hydrochoerus hydrochaeris), los roedores más grandes del mundo, son autóctonos de América del Sur y su distribución geográfica se extiende desde Panamá hasta el sur de la provincia de Buenos Aires, incluida la zona de Mar del Plata. De hecho, los carpinchos ocupan un papel estelar en la fauna de la Reserva Natural Laguna de los Padres y también se los puede observar en arroyos de Necochea, Claromecó y Monte Hermoso.
“Generalmente están en cuerpos de agua dulce, como lagunas o arroyos, o cerca de estos. También pueden estar en cuerpos de agua más chicos, incluso transitorios, que se sequen en alguna época del año. Siempre que haya disponibilidad de agua cercana, es un hábitat apropiado para ellos”, señaló a Citecus Aldo Vassallo, doctor en Ciencias Biológicas e investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC).
Estos animales miden cerca de 1,2 metros de longitud y pueden llegar a pesar hasta 60 o 70 kilos. Son mamíferos adaptados al medio acuático. En sus patas cuentan con una membrana interdigital entre los dedos, similar a los patos, que les permite nadar con mayor facilidad. Esa característica de sus patas se puede observar con claridad en las huellas que dejan sobre la tierra. “Son muy buenos nadadores, pero también son buenos corredores. Son animales que se desempeñan bien sobre tierra”, comentó Vassallo.
El agua es un espacio de protección frente a la amenaza de algún depredador y también es el lugar donde estos animales se reproducen. Además, se alimentan tanto de vegetación acuática como terrestre. “Es muy común ver a la madre nadando con las crías en el agua. También es un lugar que le da protección a las crías. Cuando son pequeñas quedan al margen de ciertos depredadores”, agregó el biólogo.
En la Reserva Natural Laguna de los Padres, la población de carpinchos que habita allí es monitoreada por personal del Departamento de Recursos Naturales y Guardaparques del Ente Municipal de Servicios Urbanos (EMSUr). Los carpinchos que viven en este ambiente están divididos en tres grupos poblacionales.
“Los grupos van de 4 a 22 individuos. Una familia está compuesta por 12 crías y 4 adultos, otra tiene 14 crías y 7 adultos. Más o menos andamos entre los 20 y 22 individuos en cada grupo poblacional. Son más cantidad de crías que adultos por suerte hasta ahora”, indicó Natalia Martino (doctora en Ciencias Biológicas y profesional del Departamento de Recursos Naturales y Guardaparques del EMSUr) en diálogo con el programa “El verano menos pensado”, que se emite por Radio Mitre Mar del Plata.
Según la especialista, la comunidad de carpinchos está en crecimiento y se los puede ver mientras pastorean en seco, mientras se alimentan en el agua –solo sumergidos hasta el pecho–, cuando descansan en el agua sobre pequeñas camas flotantes de juncal o cuando duermen afuera del agua.
“La gente tiene el placer de poder observarlos en diferentes horarios. Ese es un buen indicador porque son animales que, si se sienten agredidos, son más nocturnos, pero si los vemos durante el día quiere decir que están cómodos”, describió Martino.
Asimismo, la bióloga destacó que la presencia de estos roedores en la reserva es un buen indicador de la salud del ambiente. “Son animales que necesitan tres requisitos fundamentales para poder vivir, reproducirse y que su familia crezca: el cuerpo de agua, la vegetación de la cual se alimentan y los lugares secos para el descanso. Si bien están en el agua, necesitan esa orilla seca y tranquila para poder descansar”, resaltó.
Otra característica de los carpinchos que habitan en la zona de la laguna de los Padres es que son los herbívoros más grandes de ese ecosistema. “Tienen un rol importantísimo. Su presencia contribuye a la materia orgánica en el suelo, la misma germinación de la planta. Hay mucha vegetación que al ser ingerida por los animales, ayuda a que las plantas se reproduzcan. Entonces, tienen un rol importante dentro del ciclo de la herbivoría”, explicó.
Ante el furor de estos roedores en internet y el posible interés de las personas por avistar o fotografiar estos carismáticos mamíferos en la Reserva Natural Laguna de los Padres, Martino recordó que se solicita a los marplatenses y turistas que visitan el lugar que mantengan una distancia prudencial de los carpinchos, ya que son animales silvestres.
“Son animales apacibles, no son agresivos, pero como cualquier animal que pueda sentirse agredido, va a responder de alguna manera. El comportamiento de ellos es huir y meterse en el agua, siempre y cuando tengan espacio. Pero un animal acorralado, uno nunca sabe para dónde puede salir. Puede salir corriendo y atropellar, puede pegar un grito y asustar a la gente”, detalló la especialista.
En relación al sonido que emiten estos roedores, Martino señaló: “Cuando uno se acerca, parece que ellos están mirando hacia otro lado, pero nos están observando. Cuando emiten un sonido, que es como un ´ladrido´, eso es una advertencia. Si uno se acerca y emiten ese sonido fuerte, al próximo movimiento nuestro van a salir corriendo y vamos a perder el avistaje”.
En tanto, Martino comentó que son animales que tienen entre cuatro y seis crías por parición, que el cuidado parental es muy importante y que el período de gestación dura unos tres meses.
Los carpinchos se encuentran sobre todo en regiones tropicales y subtropicales, en climas y tipos de suelo que favorecen su desarrollo. Dentro de su distribución geográfica, Mar del Plata representa una zona marginal, al igual que la región sur de la provincia de Buenos Aires hasta Bahía Blanca. En este sentido, Vassallo subrayó que “la especie llega a esta región, pero sus poblaciones ya no son tan numerosas como en los ambientes más típicos”.
Asimismo, remarcó que pueden vivir entre 8 y 10 años en la naturaleza y que, en la actualidad, no hay depredadores que puedan cazarlos en esta zona, a excepción del zorro gris, que eventualmente podría intentar cazar a la cría de un carpincho.
Por otra parte, Vassallo resaltó que al tratarse de fauna silvestre se debe tener precaución. En esta línea, advirtió que “en todos los animales salvajes está la posibilidad de que haya transmisión de alguna enfermedad zoonótica, no hay ninguno que se salve de la regla”. Y aseguró que “hay reportadas algunas enfermedades en el carpincho que pueden transmitirse al hombre”.
Los carpinchos pertenecen al grupo de roedores caviomorfos. Según Vassallo, hay registros de caviomorfos en Sudamérica de hace alrededor de 40 millones de años y ha habido roedores prehistóricos de ese grupo que llegaron a pesar entre media y una tonelada. “Los caviomorfos son un grupo de animales muy antiguos, autóctonos y que no se encuentran hoy en día en otros lugares”, afirmó el investigador.
El nuevo protagonismo de este habitante nativo de la región, y actor principal de la Reserva Natural Laguna de los Padres, es una oportunidad para dar a conocer el valor de estos animales para los ambientes.
“El carpincho es una especie muy linda, se la puede ver y, en lugares como la laguna de los Padres, no deja de ser una atracción turística. Es un componente natural, como pueden ser las aves u otros animales. Además, los carpinchos habitan los humedales, que se los debe proteger porque son reservorios de agua y de mucha biodiversidad. Como el carpincho forma parte de los humedales, merece una atención, al igual que otras especies”, concluyó Vassallo.
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