La activista necochense Juliana Orihuela formó parte de un encuentro en Oslo sobre los proyectos globales de Equinor, donde expuso sobre la situación actual de la exploración petrolera en la costa atlántica. Además, llevó el reclamo a una de las mayores activistas socioambientales a nivel global.
Por Mundo Sustentable
Juliana Orihuela vive en la ciudad de Necochea desde hace 13 años. Su interés ante la crisis climática global comenzó tiempo atrás. Cuenta que la preocupación por la quema de combustibles fósiles ya estaba en su horizonte cuando, en 2020, apareció una ballena franca austral muerta en un sector de la playa, conocido como El Caño, y la comunidad se enteró de que iban a realizar proyectos petroleros a unos 300 kilómetros de sus costas.
“A raíz de la aparición de esa ballena empezamos a armar grupos con otras cinco ciudades donde también habían aparecido ballenas muertas, y de ahí en adelante no hemos parado”, indica Orihuela a Citecus.
La activista necochense fue invitada el mes pasado a un debate internacional organizado por Greenpeace Noruega, bajo el título Equinor en el mundo, ¿cómo vivir con eso?, que se llevó adelante en Oslo el 14 de febrero. “Se denominó así porque, en Noruega, Equinor se presenta como una empresa de energías limpias y renovables, y nosotros sabemos de primera mano que en otros lugares del mundo, como en Argentina, lo que hacen es extracción de petróleo y gas”, comenta Orihuela.
Al debate fueron invitados integrantes de varios partidos políticos, incluido el que está en el Gobierno noruego actualmente, y también asistió una representante de la empresa Equinor, que está realizando la exploración sísmica en Argentina en este momento.
Durante su exposición, Orihuela habló sobre sus comienzos en el activismo socioambiental, sobre las protestas realizadas en Argentina los días 4 de cada mes para pedir por un mar libre de petroleras (conocidas como “Atlanticazo”) y “sobre lo mucho que los proyectos petroleros afectaron y modificaron nuestra existencia, la cantidad de horas y de vida que le dedicamos. “Las personas integrantes de las asambleas, al tratar de evitar que se lleven adelante estos proyectos, dejamos de lado nuestras vidas personales para poder hacer este trabajo no remunerado y tan hostil, en alguna medida”, detalla Juliana.
“La exposición fue bien recibida por las personas, que me imagino que si asisten a un evento de Greenpeace es porque les interesa la problemática ambiental. Algunas personas se acercaron luego a disculparse por ser noruegas y vivir en ese estado de bienestar y confort en comparación con todas las carencias que nosotros tenemos en otros lugares del mundo. Pero, bueno, la idea no era incomodarlas, sino ponerlas al tanto de lo que su empresa de bandera hace en otros lugares”, cuenta Orihuela.
El encuentro con Greta Thunberg
La activista socioambiental Greta Thunberg, reconocida a nivel global, protesta todos los viernes frente al Parlamento de Estocolmo, Suecia. Allí, desde el 2018, pide por acciones concretas y contundentes ante la crisis climática. Además, es la fundadora del movimiento internacional Fridays for Future.
“Una vez que aceptamos la invitación a viajar a Noruega, se me ocurrió que podía ser una buena idea intentar llegar con las banderas del Atlanticazo a las protestas públicas de Greta. Pero el primer viernes no estaba porque se encontraba en Londres, siendo juzgada justamente por apoyar a la gente de Inglaterra en su reclamo para que no pongan el campo grande de petroleras offshore, llamado Rosebank (la campaña se llama Stop Rosebank)”, relata.
Juliana se acercó el viernes 23 de febrero y consiguió su objetivo: conocer a la activista sueca. Greta compartió la fotografía de su protesta, como todos los viernes, y en ella puede verse la bandera del Atlanticazo, que representa el reclamo por un mar libre de petroleras. “El encuentro con Greta fue un plus total en el viaje”, asegura. Antes de irse, le dejó una remera de la causa y una carta con información en profundidad.
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A pesar del consenso científico internacional con respecto a la importancia de proteger los océanos en un contexto en el que las consecuencias de la crisis climática son devastadoras, y a los contundentes resultados del último informe (2023) del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, que exige una reducción inmediata de las emisiones de carbono y el cese de nuevos proyectos y concesiones para la explotación de gas y petróleo para poder asegurar un futuro habitable, Argentina impulsa diversos proyectos hidrocarburíferos que ponen en riesgo los ecosistemas marinos.
En la costa atlántica, a unos 300 km de la costa de Mar del Plata, después de un recorrido que comenzó con una resolución el 30 de diciembre de 2021 e incluyó numerosas instancias judiciales, fue autorizada la exploración petrolera en la cuenca argentina norte en los bloques CAN 108, CAN 110 y CAN 114 por parte de la empresa noruega Equinor (socia de YPF y Shell).