Entrevistas

Una “pequeña Italia” en el puerto marplatense

calle 12 de octubre en 1922

La historiadora Bettina Favero estudia la inmigración italiana en Mar del Plata y es autora del libro La Pequeña Italia. Una comunidad portuaria (EUDEM). En diálogo con Citecus, la especialista cuenta cómo se formó esa comunidad, cuáles eran sus principales rasgos identitarios y cuál fue su papel en el desarrollo del puerto de Mar del Plata.

Por Agustín Casa /

Mar del Plata se acerca a los 150 años de su fundación, y los números redondos siempre son una buena razón para indagar sobre la historia. En este marco, en la previa de este importante aniversario para la ciudad, la Editorial de la Universidad Nacional de Mar del Plata lanzó la colección de libros “Mar del Plata, entre el mar y la pampa”.

La colección es coordinada por Elisa Pastoriza (historiadora y profesora emérita de la UNMDP) y el equipo editorial cuenta con el reconocido editor y ensayista Alejandro Katz. En esta primera etapa, la editorial lanzó los tres primeros títulos de esta serie que busca recordar y conocer con perspectiva histórica distintos momentos de la historia de Mar del Plata.

Los títulos que abren esta colección son Mar del Plata vertical. Piqueta, construcción y progreso de Víctor Pegoraro, Sufrir en La Feliz. Infancia, enfermedad e instituciones de Adriana Álvarez y La Pequeña Italia. Una comunidad portuaria de Bettina Favero.

En este último, Favero (doctora en Historia e investigadora del CONICET en el Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales, INHUS) relata la historia del barrio del puerto de Mar del Plata, cómo fueron sus inicios y cómo se desarrollo la comunidad italiana en esa zona de la ciudad.

“El propósito es relatar las características sociales y culturales de este singular barrio destacando personas y anécdotas que nutrieron su historia. Especialmente, se ha buscado dar voz y espacio a aquellos que formaron parte de una historia ausente en los libros: hombres y mujeres que, con sus prácticas, sus hábitos y su acervo cultural, le dieron una identidad a este espacio de la ciudad de Mar del Plata en formación por aquellos años”, cuenta Favero a Citecus.

la banquina
Título: Sentados en los cajones de la banquina. Fuente: Colección Anne Marie Henrich. British Library (1948). // Foto principal: Calle 12 de octubre entre Bermejo y Figueroa Alcorta en 1922. Fuente: Fototeca Archivo Museo Histórico Municipal.

-¿Cómo fue el proceso de conformación de la «pequeña Italia» en el puerto de Mar del Plata?

-Esta “Pequeña Italia” se fue conformando con la llegada de los primeros inmigrantes italianos al puerto, a inicios de la década de 1920. Cuando se habilita la dársena, llegan los primeros pescadores italianos que vivían en otra zona de la ciudad. Luego, con el paso de los años, aumenta el asentamiento de oriundos de Italia debido a que allí podían desarrollar un trabajo que conocían y que traían desde su tierra de origen. Así, el número de pescadores italianos crece con rapidez entre los años 1930, 1940 y después de la Segundo Guerra Mundial, es decir, de 1945 a 1960.

-¿Durante qué etapas se produjo la llegada de inmigrantes italianos a Mar del Plata y por qué muchos inmigrantes elegían la zona portuaria para radicarse?

-La inmigración italiana siguió las etapas que se produjeron en muchas zonas del país. La llamada etapa de inmigración masiva recibió una importante cantidad de italianos que se asentaron en la ciudad desde su fundación hasta la década de 1910. Luego, en la etapa de entreguerras (década de 1920 y 1930) y la de posguerra (1945 hasta 1960), llegaron muchos italianos a la ciudad, que vinieron, en muchos casos, por la existencia de redes sociales que les permitían conseguir trabajo y vivienda de una manera bastante rápida.

-¿Qué características tenía esa comunidad portuaria en sus inicios? ¿Cuáles eran sus principales rasgos identitarios?

-En sus inicios, la comunidad portuaria se vinculó a las tareas de la pesca, en muchos casos trasladando las técnicas desde Italia. Así, la banquina, con sus redes y sus nasas, parecía convertirse en un pueblo del sur de Italia. A ello le sumamos la traspolación de prácticas culturales, como el mantenimiento de los dialectos regionales o la realización de comidas típicas y las celebraciones de sus santos patronos de los pueblos de origen italianos. Asimismo, coexistían otros grupos migratorios que también aportaban sus características a esta comunidad.

la banquina
Título: Pescadores cargando las redes de pesca en la banquina. Fuente: Colección Anne Marie Henrich. British Library (1948).

-Esa comunidad, ¿estaba compuesta por inmigrantes de distintos lugares de procedencia?

-Si, en el puerto se asentaron migrantes de diversos lugares de procedencia: españoles, sirio libaneses, belgas, portugueses y también bolivianos y paraguayos. No obstante, los italianos ocuparon un lugar importante, no solo por el número, sino también por los espacios que ocuparon en la comunidad portuaria como líderes y dirigentes en instituciones públicas y barriales.

-¿Cuál fue el papel de la comunidad italiana en el desarrollo y crecimiento de las actividades portuarias?

-Creo que el papel de la comunidad italiana en el desarrollo y crecimiento de las actividades portuarias fue muy importante, no solo por el traspaso de técnicas pesqueras desde el Mediterráneo al Atlántico, sino también por el desarrollo de empresas familiares que iniciaron con la salazón de anchoas y luego se convirtieron en grandes fábricas de conserva de pescado, que delinearon el perfil industrial del barrio y de la ciudad, y que aún hoy continúan con su producción.

-¿Hay elementos culturales de esos inicios que perduran hasta nuestros días?

-Sí, persisten aún algunos elementos culturales que se han mantenido a lo largo del tiempo. Algunos de ellos pueden ser las fiestas patronales de los pueblos de origen de estos inmigrantes italianos. Hay dos de ellas, las más antiguas, en las que me detengo en el libro: la festividad de San Giorgio (Ischia) y la de Santa Maria della Scala (Acireale). En las mismas se siguen recreando las mismas actividades que se hacían en Italia, y las calles del puerto parecen convertirse, por un rato, en aquellas aldeas del sur de Italia. A ello le sumamos costumbres y tradiciones que han pasado de generación en generación y que constituyen parte de la identidad del puerto.

Bettina Favero estudia la inmigración italiana desde hace veinte años, cuando dedicó su tesis doctoral a la inmigración italiana que llegó a Mar del Plata durante la segunda posguerra.

“Lo que siempre me ha llamado la atención fue la identificación del barrio del Puerto como la zona ´más italiana´ de la ciudad. Sabemos que se asentaron muchísimos italianos e italianas en Mar del Plata a lo largo de casi un siglo, pero la ´italianidad´ del puerto siempre me interesó mucho. Debido a ello, busqué comprender a esta ´Pequeña Italia´, y así bucear entre sus prácticas culturales, sociales e identitarias”, concluye la historiadora.

La Pequeña Italia. Una comunidad portuaria, al igual que los otros títulos de la colección, se pueden conseguir en la Librería Universitaria (Jujuy 1731), Fray Mocho, Libros de la Arena, Palito, Vitto, Mar de Cartas (Torreón del Monje), Centro de ventas de la Biblioteca Central de la UNMDP y en la sede de ADUM. En Buenos Aires, se puede encontrar en la librería LUA (Libro Universitario Argentino). También se puede comprar en todo el país por internet a través de la web de EUDEM. En tanto, desde Estados Unidos, Europa y Australia se puede adquirir por la plataforma Amazon.

 

 


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