Patricio Donato, doctor en el Electrónica e investigador del CONICET, cuenta por qué es importante el desarrollo de energías limpias y cuál se puede aprovechar mejor en espacios urbanos.
El calentamiento global y el cambio climático son problemáticas en tiempo presente. Para mitigar sus consecuencias, es importante implementar cambios en los modos de producción y en los hábitos de la población mundial.
Frente a un escenario ambiental poco alentador, existen alternativas que vienen a ocupar un espacio protagónico en nuestras sociedades. Por ejemplo, en el área de la generación de energía, las energías renovables y las energías limpias llegaron para quedarse.
“Nuestra sociedad es cada vez más dependiente de la electricidad y hay que sacar esa energía de algún lado. Tradicionalmente lo hemos hecho desde fuentes fósiles, quemando petróleo, carbón, etc. Pero ya vemos que esto tiene un impacto muy importante en el clima, que va a costar mucho revertir”, señaló el doctor en Electrónica e ingeniero electrónico Patricio Donato en diálogo con el programa “El verano menos pensado” (domingos de 11 a 14 por Radio Mitre Mar del Plata).
En esta línea, para Donato las energías renovables y las energías limpias son “una respuesta al desafío de cómo proveemos de energía eléctrica a un mundo que consume cada vez más energía”. Ambos tipos de energía son una gran oportunidad para reducir la contaminación como consecuencia de la quema de fuentes fósiles.
Por un lado, las energías renovables “se renuevan por el mismo ciclo de la naturaleza”. En este sentido, remarcó: “El petróleo no es renovable porque para que vuelva a reponerse hay que esperar millones de años. Sin embargo, si se extrae energía del viento o de la radiación solar, eso todos los días está presente. La naturaleza sola se encarga de renovarlo”.
Por otra parte, se refirió a las energías limpias: “Nos referimos a energías que además no impactan en el medioambiente con algún desecho que tenga una consecuencia negativa. Por ejemplo, el viento y la energía solar no generan ningún desecho que impacte en el medioambiente”.
Crisis ambiental
La necesidad de desarrollar fuentes alternativas para la generación de energía está relacionada con el amplio uso de energías no renovables y su impacto negativo para el planeta. “Desde que comenzó la Revolución Industrial, y después se fue acelerando, nos la hemos pasado quemando primero carbón, después petróleo. En un principio no había una consecuencia importante. Con la masificación del uso del petróleo y del carbón a lo largo de todo el siglo XX se generó un impacto realmente importante en el medioambiente”, indicó Donato.
Asimismo, el ingeniero habló de las preocupaciones que esto genera, sobre todo si se observan las tendencias relacionadas al aumento de las temperaturas y al cambio climático: “Cuando uno ve las proyecciones que han realizado distintas instituciones vemos que de no cambiar el comportamiento estamos hablando de una suba de temperaturas medias de algunos grados. Después cuando hablamos de temperaturas extremas es aún peor. Los peores escenarios hablan de que las zonas ecuatoriales van a ser hasta hostiles para la vida por la elevación de la temperatura y vamos a tener el descongelamiento de todos los hielos, un escenario bastante catastrófico. ¿Estamos a tiempo de evitarlo? Por supuesto que sí. Para eso se requiere un cambio de conducta y de comportamiento muy fuerte”.
Energías eólica y solar en el país
En relación al desarrollo de la energía eólica y la energía solar en Argentina, Donato trazó las regiones en las que mejor se aprovechan estas fuentes energéticas. “Si uno ve el mapa eólico de Argentina está básicamente toda la Patagonia, un poco del sur de Buenos Aires (zona de Bahía Blanca) y el sur de Córdoba. Son las zonas donde al molino se le puede sacar un muy buen rendimiento. Por eso, la mayoría de los parques están todos concentrados en esas áreas. Mientras que si queremos hablar de generación fotovoltaica en grandes parques nos tenemos que ir a Jujuy, San Juan y La Rioja, que es donde tenemos la mejor irradiación solar”, describió.
Al mismo tiempo, el doctor en Electrónica por la Universidad de Alcalá (España) destacó que para el uso doméstico, comercial o de la pequeña industria, la más fácil de aprovechar es la energía solar, ya que sólo se necesita contar con superficie de techos.
En este sentido, detalló: “La energía eólica a nivel urbano es difícil de aprovechar porque el régimen de viento es muy turbulento y las turbinas no le sacan buen rendimiento. Entonces, no son tan atractivas. Las fotovoltaicas sí. A nivel ciudad, ese es el enfoque más acorde, y es el que se está empleando en la mayor parte del mundo. La eólica la dejamos para los grandes parques, para los grandes molinos que ponemos en lugares donde tenemos un régimen de viento no turbulento”.
Según el Ministerio de Economía de la Nación, en Argentina hay unas 120 plantas de energía renovable en operación comercial, entre distintas tecnologías como biogás, biomasa, hidroeléctrica, eólica y solar. Del total, 36 son plantas generadoras de energía eólica y 25 de energía solar.
Las plantas de energía eólica se encuentra distribuidas de la siguiente manera: 15 en Chubut, 12 en la provincia de Buenos Aires, 2 en Río Negro, 2 en Santa Cruz, 2 en La Rioja, 1 en Córdoba, 1 en La Pampa y 1 en Santiago del Estero. En tanto, las plantas de energía solar se ubican 11 en San Juan, 5 en San Luis, 4 en Catamarca, 3 en La Rioja, 1 en Salta y 1 en Mendoza.
Las energías renovables y limpias en foco
Patricio Donato se desempeña como investigador independiente del CONICET en el Instituto de Investigaciones Científicas y Tecnológicas en Electrónica (ICYTE) y es profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
En el ICYTE, hay grupos de investigación dedicados al estudio de energías renovables y la generación distribuida. “Se han hecho algunos trabajos y estudios sobre la parte fotovoltaica. De hecho, la UNMDP cuenta en la Facultad de Ingeniería con un arreglo de paneles fotovoltaicos. Se usan algunos para investigación y otros para generar energía para la facultad”, comentó.
Desde el instituto también han realizado estudios y asesoramientos sobre sistemas de generación eólica y fotovoltaica. Además, cuenta con una línea de investigación que trabaja con energía undimotriz. “Es la energía que se extrae de las olas. En una ciudad costera por qué no aprovechar justamente la energía de las olas para generar energía eléctrica”, sostuvo Donato.
Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, la ONU tiene un punto dedicado a las energías renovables. El séptimo objetivo habla de “Energía asequible y no contaminante”, lo que marca que la generación de energías renovables en reemplazo de las energías de fuentes fósiles es parte de la agenda global. Esto se debe al papel que tiene este sector en el cambio climático. Según la ONU, “la energía es el factor que contribuye principalmente al cambio climático y representa alrededor del 60 % de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero”. En paralelo, hacia 2015, “el 17,5 % del consumo final de energía fue de energías renovables”, lo que da cuenta del desarrollo a escala mundial de este tipo de energía.
Notas sobre energías renovables