La pieza audiovisual muestra el trabajo del científico Rodolfo “Willy” Pregliasco en la reconstrucción de las imágenes del 20 de diciembre de 2001. La película tuvo su estreno en 2022 en el Festival de Cine de Mar del Plata.
El largometraje “Maelström 2001”, producido por CONICET Documental, tuvo su estreno en el 37º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, realizado a fines de 2022. Esta pieza audiovisual retrata el trabajo del científico Rodolfo “Willy” Pregliasco, quien trabajó, a partir de la reconstrucción de imágenes de fuentes diversas, con los hechos ocurridos durante la protesta social del 20 de diciembre de 2001.
Inspirado por el cuento de Edgar Allan Poe “Un descenso al Maelström”, Pregliasco creó el panóptico, un programa que ordena espacial y temporalmente el caos de imágenes producidas en esa jornada. Esta herramienta permitió, a lo largo del juicio, ubicar a las víctimas y testigos y relacionar las órdenes policiales transmitidas por radio para reconstruir un día negro de la democracia argentina.
Una década después de la protesta social de aquella jornada, el Tribunal Oral Federal N°6 se comunicó con Pregliasco para que colabore en la reconstrucción de los hechos con fotos y videos disponibles de aquella triste jornada marcada por cinco asesinatos y cientos de heridos por la represión policial.
“Todo estaba grabado con una tecnología analógica. Eran unos 250 casetes de VHS y unas 500 fotos con negativos. Había que organizarlos, ordenarlos, sacar información sobre lo que pasó ese día en la Capital y darlos para que sean de utilidad en la causa judicial que se estaba llevando adelante. Nuestro trabajo era ordenarlos en espacio y en tiempo”, cuenta a Citecus Pregliasco, doctor en Ciencias Físicas, investigador del CONICET en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y especialista en física forense.
Parte de ese material lo digitalizó la policía federal y otra parte el equipo de Pregliasco. Una vez que contaron con los videos y las fotos digitalizadas, comenzaron a trabajar en una computadora con la sincronía de las imágenes, es decir, en qué horario de aquella jornada fue tomada cada foto y fue filmado cada video y, por ende, sucedieron los hechos que muestran esos registros.
“Había algunas imágenes que venían con una marca de tiempo, otras no. Pero las que tenían el tiempo anotado no estaban exactamente en hora. Entonces, íbamos buscando eventos concurrentes, los íbamos sincronizando y llegábamos a tener una sincronía del orden de la décima de segundo”, recuerda.
En esta línea, Pregliasco continúa: “Había otras partes del material que no tenían la hora, pero al ser un registro en VHS, cada vez que cortaban la toma yo perdía la sincronía. Entonces, sincronizaba de a pedacitos muy chiquitos. Era muy laborioso lo que íbamos haciendo”.
Para este trabajo, el físico forense y su equipo implementaron un sistema de anotación que podía ser leído por un programa informático. “Íbamos anotando. Esta toma es de la Plaza de Mayo, esta es del Obelisco. Entonces, podíamos hacerle preguntas a la base de datos y decir: ´¿qué paso en Plaza de Mayo a las 14:30?´ Y ver todo el material. Pero nos interesaba verlo de manera coordinada. Entonces, hicimos un programa que nos permitiera decirle un tiempo y lugar, y el programa nos hiciera una línea de tiempo, nos muestre qué evidencia hay en fotos y videos y nosotros íbamos viendo, como si fueran pantallitas de un panel de videovigilancia, las distintas piezas de material, pero sincronizadas. No es lo mismo ver un video suelto, que ver varios a la vez y que sabés que está todo al mismo tiempo”, detalla.
Una vez que contaron con toda esa evidencia organizada, se comunicaron con las partes. “Llamamos a la defensa de los policías, llamamos al CELS también. Nos sentamos y les dijimos que teníamos un programa que permite visualizar la evidencia. ´Tomen, acá está a disposición, cópienlo, y úsenlo para hacer las argumentaciones que correspondan´. Esa fue nuestra primera parte de la pericia”, señala Pregliasco.
La segunda parte de la pericia estuvo vinculada a la transcripción de los hechos ocurridos el 20 de diciembre de 2001. En este sentido, el investigador indica: “Empezamos a contar el día, a describir lo que se ve en los videos. Fue un trabajo de pensar cómo se hace, con qué palabras, cómo se logra cierto nivel de objetividad en la descripción, o por lo menos usar un vocabulario que sea aceptado por todas las partes en discusión. Y el procedimiento que adoptamos fue mirar todas las piezas de material y describirlas por escrito”.
“Veíamos un hecho, una detención, una agresión a un policía, un policía disparándole a alguien, todo eso se anotaba. Los llamábamos los hechos atómicos. Los íbamos poniendo en una planilla de Excel ordenados”, describe. Al juntar esos hechos, se dieron cuenta de que se iba construyendo una narrativa, y con eso se escribieron los capítulos de la pericia. Pregliasco comenta que la pericia es contar el día organizado en capítulos y que en cada capítulo está toda la descripción de lo que fue ocurriendo.
En este punto, el científico subraya: “Pusimos especial atención en las circunstancias en las que murió cada una de las cinco víctimas, con la intención de ver qué policías estaban ahí, qué armamento tenían y aportar algún tipo de descripción. Si bien en ninguno de los casos ves al agresor disparando directamente. Y eso fue una gran contribución a la causa porque cuando uno ve un montón de fotos de violencia en la calle, uno piensa que todo el día fue un caos. La idea que tenemos todos de ese día es que fue un día de mucha furia, de mucha violencia. Y eso es cierto. Pero esa violencia tiene un desarrollo, tiene una historia a lo largo del día. Hay momentos en los que no pasa nada y nadie saca fotos, ¿no? Entonces, poder entender qué espacio hay entre las fotos nos permite inferir qué está pasando”.
“Y además hay cambios de comportamiento de la policía a lo largo del día que está coordinado con las directivas que va sufriendo la fuerza policial, directivas que van cambiando de dueño de alguna forma. Porque empezamos el día con estado de sitio, se levanta el estado de sitio, después tenemos la renuncia del presidente. Entonces, es un día muy complicado desde el punto de vista de la cadena de mandos. Pero nosotros describimos lo que está en la calle. O sea, actuamos como físicos y la interpretación se la dejamos a los abogados y a los testigos, para ver qué se argumenta en el juicio”, agrega.
Herramientas informáticas al servicio de la justicia
El físico forense ya había trabajado en una herramienta de visualización para reconstruir un hecho sucedido en Bariloche el 10 de junio de 2010. En esa oportunidad, utilizó una herramienta para organizar fotos.
“No hubiera podido hacer el panóptico si no hubiera hecho antes esto, y ver la utilidad, qué es lo que sirve. Y en otras causas fui desarrollando otras cosas. Después encontré una gente de Estados Unidos que enfrenta problemas similares e hizo una herramienta GNU. Ahora estamos trabajando con un equipo muy interesante para mejorar esa herramienta. O sea, todo esto se está trabajando y la idea es generar una herramienta más universal y que esté disponible para todo aquel que necesite trabajar con estas cosas”, asegura.
Respecto al programa informático utilizado para ordenar las imágenes de diciembre de 2001, Pregliasco reconoce que “hoy se podría hacer mucho mejor” y que están trabajando en una nueva versión del programa.
¿Qué aporte puede realizar la física forense para el esclarecimiento de hechos?
El físico forense resalta el conocimiento que brinda la carrera para colaborar con la justica. “Lo más científico que estamos usando es la estructura de razonamiento. Hay un montón de cosas que aprendemos en la carrera que no son formales, son estructuras de pensamiento. Cómo pensamos, cómo organizamos la información, qué hacemos cuando hay contradicciones. Como investigador, tenés una formación formidable para manejar volúmenes de datos enormes, generar herramientas nuevas, manejar situaciones problemáticas”, sostiene.
Al mismo tiempo, Pregliasco subraya que desde su disciplina están “muy bien preparados para actuar en este tipo de situaciones contingentes, de asesorar a la justicia y que esa forma de razonar, que para nosotros no nos parece súper tecnológica y nos parece que está bastante pegada al cuerpo, es muy novedosa dentro del ambiente judicial”. Y afirma: “Son formas de funcionar que no están habitualmente presentes dentro de la justicia”.
Por ejemplo, uno de los recursos de la física y la astronomía que utilizaron para organizar los videos fue el uso de las sombras como reloj de sol. También desarrollaron un sistema de lógica de compatibilidad. “Es decir, este video es antes que este y después que esta foto, y fuimos estableciendo una serie de vínculos lógicos que eran tantos que nosotros no los podíamos procesar con papel y lápiz. Así que hicimos un programa, que agarraba todas las piezas de evidencia, le daba un rango de tiempo infinito, digamos, duraban todo el día. Y a medida que le vas agregando los vínculos lógicos, las cosas se empiezan a limitar. Y cuanto más condiciones le ponés, más se limitan. Y algunas piezas quedaron fijas y pudimos decir a qué hora había sucedido exactamente”, explica.
Pregliasco reconoce que “si hay algo que caracteriza mi trabajo, mi carrera profesional, es haber tenido siempre en la cabeza la pregunta ¿cómo puedo hacer algo que sirva?”. En este sentido, remarca que “a mí lo que me mueve es que cuando hacés esas cosas, descubrís herramientas nuevas. Aparecen temas de investigación que no están hechos, que hacen falta, que se necesitan. Aparece una dinámica de cómo hacerse preguntas y de cómo ir buscando respuestas, que es mucho más rica que quedarse en el laboratorio”.
“Cuando los trabajos están hechos, generan una gratificación y un impacto en un otro, que también da un placer extra. En el caso de la película, nosotros trabajamos con todo el material gráfico de ese día, y es un material gráfico riquísimo. Es ver un día, como no lo vio ninguno de los que estuvo ahí, entero. Desde distintos ángulos, en distintos momentos, en distintos lugares. Y es un material que dice mucho sobre la sociedad, que dice mucho sobre qué significó el 2001, que tiene momentos de enorme belleza también. A mí me ha generado un montón de reflexiones que no entran en una causa judicial, pero que el equipo de CONICET Documental sí tomó y pudo apreciar eso que había visto, de cómo la historia de ese día es una gran historia. Y eso es lo que se refleja en el documental”, concluye Pregliasco.
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