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Varamientos de ballenas jorobadas en el Río de la Plata

ballena jorobada

Un ejemplar quedó varado en la bahía Samborombón (partido de Castelli) y otro en la costa de Berisso. ¿A qué se deben estos varamientos?

 

En los últimos días, se han registrado dos varamientos de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliaeen las costas del Río de la Plata, un fenómeno que ha despertado la atención de la población general. Los varamientos se produjeron en dos puntos distintos: uno en la bahía Samborombón (partido de Castelli), y otro en la costa de Berisso. Ambos ejemplares eran de tamaño cercano al adulto, lo que sugiere que estos animales ya habían alcanzado una etapa avanzada de su desarrollo.

No resulta infrecuente la presencia de ballenas en el Río de la Plata, y se han registrado varamientos en diversos puntos, como la Isla Talavera, cerca de Ramallo, Punta Lara e incluso en Puerto Madero. Lamentablemente, algunos de estos animales han mostrado evidencia de muerte debido a colisiones con embarcaciones, lo que destaca los riesgos que enfrentan estos cetáceos en áreas con intensa actividad humana.

En el Atlántico sudoccidental, las ballenas jorobadas tienen sus zonas de cría a lo largo de la costa brasileña. La región de Abrolhos (entre 16°40′S y 19°30′S) es uno de los principales puntos de reproducción. Allí las hembras paren y amamantan a sus crías antes de emprender la migración hacia las zonas de alimentación en las islas Georgia y Sandwich del Sur.

El mar Argentino, ubicado entre las zonas de cría y alimentación, actúa como una región de tránsito para estas ballenas durante su migración. A partir de agosto y hasta octubre, las ballenas se concentran en sus áreas de reproducción en Brasil. Luego, a partir de noviembre, inician su viaje hacia el sur, hacia las aguas antárticas, donde se alimentan intensamente para acumular reservas de energía antes de regresar nuevamente a las zonas de cría.

Aunque la provincia de Buenos Aires está situada entre las rutas migratorias de las ballenas jorobadas, los avistajes y varamientos de esta especie fueron relativamente escasos durante los siglos XIX y XX. Sin embargo, en la última década, los registros de varamientos en esta región han aumentado notablemente.

El Grupo de Investigación en Biología, Ecología y Conservación de Mamíferos Marinos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), del CONICET y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNMDP, ha estado monitoreando la presencia de ballenas jorobadas en las costas de Buenos Aires durante los últimos 20 años. A través de este trabajo de investigación, se ha observado un incremento en la frecuencia de varamientos y avistamientos de estas ballenas en la región.

Dichos estudios indican que aproximadamente el 70 % de los ejemplares varados en la costa bonaerense son juveniles, mientras que el 20 % corresponde a adultos, principalmente durante los meses previos al inicio de la temporada reproductiva. Se interpreta que estos adultos están en movimiento hacia las aguas brasileñas para reproducirse. Los varamientos alcanzaron su punto máximo en octubre, seguido de noviembre y julio. Un 30 % de las ballenas varadas presentaron claros signos de interacción con actividades humanas en el mar, incluyendo colisiones con embarcaciones y enmalles o enredos en cabos y redes de pesca.

A pesar del incremento en el número de varamientos, no ha sido posible determinar de manera concluyente las causas detrás de este fenómeno. No obstante, se han propuesto varias hipótesis que podrían explicar este aumento. En primer lugar, el aumento en los varamientos podría estar relacionado con el crecimiento de la población de ballenas jorobadas. Gracias a las medidas de conservación implementadas en las últimas décadas, la población de esta especie ha experimentado un incremento de más del 25 %.

Otra hipótesis sugiere que el mayor número de juveniles varados podría estar relacionado con dificultades durante la migración. Las crías y los juveniles, al no contar con la experiencia, podrían tener problemas para completar la migración hacia las zonas antárticas de alimentación.

Fuente: Grupo de Investigación Biología, ecología y conservación de Mamíferos Marinos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC).

Foto: imagen de archivo de un varamiento en Centinela del Mar.

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