El cambio climático es el tema que define nuestros tiempos. Cada día, más y más personas se involucran en la acción climática. En este diccionario del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) encontrarás términos y conceptos para comprender lo que está pasando a nivel global e impulsar la acción climática colectiva.
“Tiempo” vs. “clima”
El tiempo se refiere a las condiciones atmosféricas en un momento determinado y en un lugar determinado, incluida la temperatura, la humedad, las precipitaciones, la nubosidad, el viento y la visibilidad. Las condiciones meteorológicas no ocurren de forma aislada, tienen un efecto dominó. Las condiciones en una región eventualmente afectarán aquellas a cientos o miles de kilómetros de distancia.
El clima es el promedio de patrones meteorológicos en un área específica durante un período de tiempo más largo, generalmente 30 años o más, que representa el estado general del sistema climático.
La actividad humana en la era industrial, y particularmente durante el siglo pasado, está alterando significativamente el clima de nuestro planeta a través de la liberación de gases de efecto invernadero nocivos.
“Gases de efecto invernadero”
Los gases de efecto invernadero son gases que atrapan el calor en la atmósfera, provocando el calentamiento global y el cambio climático. Los principales gases de efecto invernadero emitidos por la actividad humana son el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, así como los gases fluorados utilizados para la refrigeración. Para evitar un cambio climático catastrófico, los gobiernos del mundo deben trabajar juntos para reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C.
“Calentamiento global” vs. “cambio climático”
El calentamiento global es un aumento en la temperatura superficial promedio de la Tierra que ocurre cuando aumenta la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Estos gases absorben más radiación solar y atrapan más calor, provocando así que el planeta se caliente más. La quema de combustibles fósiles, la tala de bosques y la cría de ganado son algunas de las actividades humanas que liberan gases de efecto invernadero y contribuyen al calentamiento global.
El cambio climático se refiere a los cambios a largo plazo en el clima de la Tierra, que provocan el calentamiento de la atmósfera, el océano y el suelo. El cambio climático afecta el equilibrio de los ecosistemas que sustentan la vida y la biodiversidad, e impacta también en la salud. Asimismo provoca fenómenos meteorológicos más extremos, como huracanes, inundaciones, olas de calor y sequías más intensas y/o más frecuentes, y conduce al aumento del nivel del mar y la erosión costera como consecuencia del calentamiento del océano, el derretimiento de los glaciares y la pérdida de casquetes de hielo.
“Crisis climática”
La crisis climática se refiere a los graves problemas que están causando o pueden causar los cambios en el clima del planeta. Desde la década de 1800, la temperatura promedio de la Tierra ha aumentado en 1,1 °C, lo que ya ha generado daños significativos en muchas partes del mundo. Los científicos esperan que una subida por encima de 1,5 °C conduzca a una serie de puntos de inflexión peligrosos que harían que impactara de manera irreversible y suponen una amenaza muy grave para la civilización humana.
“Punto de inflexión”
Un punto de inflexión es un umbral después del cual ciertos cambios causados por el cambio climático se vuelven irreversibles. Estos cambios pueden provocar impactos abruptos y peligrosos con implicaciones muy graves para el futuro de nuestro planeta.
La comunidad científica ya ha identificado varias áreas de preocupación, como la desaparición de bosques y corales, el derretimiento del permafrost y los glaciares, y el calentamiento y la acidificación de los océanos profundos, pero se necesita más investigación.
“Mitigación”
La mitigación se refiere a cualquier acción tomada por los gobiernos, las empresas y las personas para reducir, secuestrar o prevenir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los ejemplos de mitigación incluyen la transición a energías renovables como la eólica y la solar, la inversión en transporte libre de carbono, la promoción de la agricultura y el uso de la tierra sostenibles, la plantación de bosques para que actúen como reservas de carbono y el cambio de prácticas de consumo y comportamientos alimentarios.
¿Sabías que para limitar el calentamiento global a 1,5 °C, los científicos han establecido que el mundo debe tomar medidas de mitigación para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45 % antes de 2030 y alcanzar las cero emisiones netas de CO2 para mediados de siglo? |
“Adaptación”
La adaptación se refiere a las acciones que ayudan a reducir la vulnerabilidad a los impactos actuales o esperados del cambio climático.
Los ejemplos de adaptación incluyen la siembra de variedades de cultivos que sean más resistentes a la sequía o a las condiciones cambiantes, la gestión de la tierra para reducir los riesgos de incendios forestales, la construcción de defensas más sólidas contra inundaciones, la reubicación de la infraestructura de las áreas costeras afectadas por el aumento del nivel del mar y el desarrollo de mecanismos de seguros específicos para las amenazas relacionadas con el clima.
“Resiliencia”
La resiliencia es la capacidad de una comunidad o ambiente para anticipar y manejar eventos climáticos peligrosos, recuperarse y transformarse después del impacto subsiguiente, con un daño mínimo al bienestar social, la actividad económica y el medioambiente.
Los ejemplos de aumento de la resiliencia en una comunidad incluyen la planificación a largo plazo, los sistemas de alerta temprana, la capacitación en nuevas habilidades, la diversificación de las fuentes de ingresos de los hogares, el fortalecimiento de las soluciones basadas en la naturaleza y la creación de capacidades comunitarias sólidas de respuesta y recuperación.
“Soluciones basadas en la naturaleza”
Las soluciones basadas en la naturaleza apoyan la adaptación y mitigación del cambio climático mediante el uso de sistemas y procesos naturales para restaurar ecosistemas, conservar la biodiversidad y permitir medios de vida sostenibles. Son acciones que priorizan los ecosistemas y la biodiversidad y están diseñadas e implementadas con el pleno compromiso y consentimiento de las comunidades locales y los Pueblos Indígenas.
Los ejemplos incluyen los techos verdes y los parques y jardines urbanos, la recuperación de humedales, sabanas y otros ecosistemas, la conservación de bosques de manglares o el cambio a prácticas agrícolas regenerativas.
¿Sabías que las soluciones basadas en la naturaleza se consideran beneficiosas para las personas y la naturaleza? Pueden crear empleos, brindar oportunidades de medios de vida nuevas y más resilientes y aumentar los ingresos al mismo tiempo que protegen el planeta. |
“Pérdidas y daños”
No existe una definición acordada de «pérdidas y daños» en las negociaciones climáticas internacionales. Sin embargo, el término puede referirse a los impactos inevitables del cambio climático que ocurren a pesar de, o en ausencia de, mitigación y adaptación. Es importante destacar que existen límites a lo que la adaptación puede lograr; cuando se cruzan los puntos de inflexión, los impactos del cambio climático pueden volverse inevitables.
Las pérdidas y los daños pueden referirse tanto a pérdidas económicas como no económicas. Las pérdidas y daños económicos pueden incluir costos de reconstrucción de infraestructura que ha sido dañada repetidamente debido a ciclones o inundaciones, o la pérdida de tierras costeras (y viviendas y negocios) debido al aumento del nivel del mar y la erosión costera.
Las pérdidas y daños no económicos incluyen impactos negativos a los que no se les puede asignar fácilmente un valor monetario. Esto puede incluir cuestiones como el trauma de experimentar un desastre climático, la pérdida de vidas, el desplazamiento de comunidades, la pérdida de historia y cultura o la pérdida de biodiversidad.
“Cero emisiones netas”
Alcanzar las cero emisiones netas requiere garantizar que las emisiones de dióxido de carbono provenientes de la actividad humana sean balanceadas por esfuerzos humanos para remover las emisiones de dióxido de carbono (por ejemplo, mediante la creación de sumideros de carbono para absorber el dióxido de carbono), deteniendo así un mayor aumento en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
La transición a cero emisiones netas requiere una transformación completa de nuestros sistemas de energía, transporte, producción y consumo. Esto es necesario para evitar las peores consecuencias del cambio climático.
¿Sabías que para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C, los gobiernos del mundo deben asegurarse de que las emisiones alcancen su punto máximo para 2025, se reduzcan en un 45 % antes de 2030 y alcancen las cero emisiones netas a mediados de siglo? |
“Sumidero de carbono”
Se denomina sumidero de carbono a aquello que absorbe más carbono de la atmósfera del que libera. Los bosques, los humedales, los océanos y el suelo son los sumideros de carbono más grandes del mundo.
Hoy en día, la actividad humana, como la quema de combustibles fósiles y la deforestación, hace que se libere más carbono a la atmósfera del que pueden absorber los sumideros de carbono naturales de la Tierra, lo que conduce al calentamiento global y al cambio climático. Por lo tanto, proteger y expandir los sumideros de carbono es una estrategia clave para enfrentar el cambio climático y estabilizar el clima.
“Eliminación de carbono” vs. “secuestro de carbono”
La eliminación de carbono es el proceso de remover las emisiones de gases de efecto invernadero de la atmósfera, a través de acciones como plantar árboles o capturar el carbono de los biocombustibles y las plantas de bioenergía. La eliminación de carbono podría ralentizar, limitar o incluso revertir el cambio climático, pero no reemplaza la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El secuestro y almacenamiento de carbono es el proceso de tomar las emisiones producidas por la generación de energía o la actividad industrial y almacenarlas bajo tierra.
En resumen, la eliminación de carbono es la eliminación de las emisiones de carbono después de que hayan entrado en nuestra atmósfera. El secuestro y el almacenamiento de carbono consisten en atrapar las emisiones de carbono justo después de que hayan sido emitidas, pero antes de que puedan ingresar a nuestra atmósfera. La eficacia de estos procesos permanece en gran parte sin probar.
“Mercados de carbono”
Los mercados de carbono son sistemas comerciales en los que el carbono se cuantifica en un “crédito de carbono” que se puede comprar y vender. Las empresas o las personas pueden utilizar los mercados de carbono para compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero mediante la compra de créditos de carbono de entidades que eliminan o reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
Un crédito de carbono negociable equivale a una tonelada de dióxido de carbono, o la cantidad equivalente de un gas de efecto invernadero diferente reducido, secuestrado o evitado. Cuando un crédito se utiliza para reducir, secuestrar o evitar emisiones, se convierte en una compensación y ya no es negociable.
“Economía circular”
En la actualidad, estamos utilizando más de la cantidad disponible de los recursos naturales de la Tierra para mantener los niveles actuales de consumo humano. Las estimaciones muestran que, si continuamos en nuestro camino actual, necesitaremos el equivalente a los recursos naturales de casi tres planetas.
Tener una economía circular significa que los sistemas económicos se basan en la reutilización y regeneración de materiales o productos, asegurando que la producción y el consumo se realice de forma sostenible o respetuosa con el medioambiente que reduzca y reutilice los residuos.
Los enfoques de economía circular pueden ayudar a los países a acelerar su transición hacia economías más resilientes y con menos emisiones de carbono, al mismo tiempo que crean nuevos empleos verdes.
“Economía azul”
Los océanos del mundo, su temperatura, química, corrientes y vida, impulsan los sistemas globales que hacen que la Tierra sea habitable para la humanidad. Nuestra agua de lluvia, el agua potable, el tiempo, el clima, las costas, gran parte de nuestros alimentos, medicinas e incluso el oxígeno del aire que respiramos, todos son proporcionados y regulados por los mares. Sin embargo, debido al cambio climático, la salud de nuestros océanos ahora corre un riesgo significativo.
El concepto de economía azul busca promover el desarrollo económico, la inclusión social y la preservación o mejora de los medios de vida, al tiempo que garantiza la sostenibilidad ambiental de los océanos y las zonas costeras.
La economía azul tiene diversos componentes, incluidas las industrias oceánicas tradicionales establecidas, como la pesca, el turismo y el transporte marítimo, pero también actividades nuevas y emergentes, como la energía renovable en altamar, la acuicultura, las actividades de extracción de los fondos y la biotecnología marina.
“Transición justa”
En el contexto del cambio climático, la transición a una economía baja en carbono o de cero emisiones netas requiere una transformación masiva de nuestros sistemas económicos. Tal transformación corre el riesgo de aumentar aún más la desigualdad social, la exclusión, los disturbios civiles, y de disminuir la competitividad de empresas, sectores y mercados.
A medida que los países trabajan para cumplir sus objetivos climáticos, es vital que se aseguren de que toda la sociedad (todas las comunidades, toda la fuerza laboral, todos los grupos sociales) participen y sean parte del cambio estructural que se está produciendo.
Garantizar una transición justa significa que los países optan por ecologizar su economía a través de vías y enfoques de transición que refuerzan la igualdad y la inclusión. Esto significa observar los impactos de la transición en diferentes grupos de trabajadores en toda la economía y brindar oportunidades de capacitación que respalden el empleo decente y tengan como objetivo no dejar a nadie atrás.
“COP”
La conferencia anual de las Naciones Unidas dedicada al cambio climático, denominada “Conferencia de las Partes” o “COP”, se organiza en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) desde 1995. En la 21.ª COP, o COP21, que tuvo lugar en 2015, se firmó el Acuerdo de París.
La conferencia ahora reúne a todas las naciones que son parte del Acuerdo de París para discutir sus próximos pasos para combatir el cambio climático y establecer acuerdos legalmente vinculantes para apoyar la acción climática. La próxima conferencia, COP28, tendrá lugar en los Emiratos Árabes Unidos en diciembre de 2023.
“Acuerdo de París”
El Acuerdo de París es un tratado internacional legalmente vinculante que tiene como objetivo limitar el calentamiento global muy por debajo de los 2 °C, preferiblemente a 1,5 °C, en comparación con los niveles preindustriales. Fue adoptado por 196 Partes en 2015 en la COP21 en París y entró en vigor en 2016.
El Acuerdo de París es un logro histórico en la cooperación internacional sobre el cambio climático porque es un tratado vinculante para que todas las partes involucradas intensifiquen sus esfuerzos para combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos. También proporciona los instrumentos para que las naciones desarrolladas ayuden a las naciones en desarrollo en sus esfuerzos de adaptación y mitigación del cambio climático, al mismo tiempo que crea un marco para un monitoreo transparente y la presentación de informes de resultados.
“Contribuciones determinadas a nivel nacional”
Las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) son compromisos climáticos y planes de acción que cada país debe desarrollar de acuerdo con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 °C. Las NDC representan planes a corto y mediano plazo que se actualizan cada cinco años con mayor ambición para proteger el planeta.
Las NDC describen las prioridades de mitigación y adaptación que un país seguirá para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, desarrollar resiliencia y adaptarse al cambio climático, así como estrategias de financiación, enfoques de monitoreo y verificación. En 2023, el primero de una serie de «inventarios» globales evaluará el progreso en la implementación de las NDC y los objetivos del Acuerdo de París.
“Estrategias a largo plazo”
Según el Acuerdo de París, se invita a los países a comunicar estrategias a largo plazo para la reducción de emisiones que contemplan una transformación de toda la sociedad durante varias décadas, generalmente hasta 2050. Estas estrategias se alinean con los objetivos a largo plazo de limitar el calentamiento global y lograr cero emisiones netas para 2050.
Estas hojas de ruta a largo plazo van más allá de las NDC a corto plazo y son una guía para que los países busquen un desarrollo bajo en carbono, impulsen la innovación, planifiquen una infraestructura sostenible al mismo tiempo que promuevan transiciones justas y equitativas para su fuerza laboral.
Cuando los países comunican oficialmente sus estrategias a la CMNUCC, se las denomina Estrategia de desarrollo bajo en emisiones a largo plazo (LT-LEDS, por sus siglas en inglés).
“Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático”
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) es un organismo independiente fundado bajo los auspicios de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El papel principal del IPCC es evaluar la literatura científica y los hallazgos sobre el cambio climático y brindar información científica vital y recomendaciones basadas en evidencia a los formuladores de políticas y al público. Es ampliamente reconocido como la fuente de información más confiable relacionada con la ciencia del cambio climático y su complejo análisis de impactos, riesgos y opciones de adaptación y mitigación.
Fuente: El diccionario climático: una guía práctica para el cambio climático de la PNUD.